El Ejército de Líbano comenzó este miércoles a fortalecer su presencia en el sur del país, en colaboración con la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en Líbano (FINUL). Este movimiento se da tras la entrada en vigor del alto al fuego entre Israel y el grupo chiita Hezbolá, como parte de los compromisos establecidos en la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU.
En un comunicado oficial, las Fuerzas Armadas libanesas informaron que están trabajando para ampliar la autoridad del Estado en el sur, una región que ha sido históricamente controlada por Hezbolá. La medida también implica garantizar el cumplimiento de la resolución 1701, adoptada en 2006, que exige la presencia exclusiva del Ejército libanés y la FINUL al sur del río Litani, mientras Hezbolá se replegará al norte de esa línea.
Desde la localidad fronteriza de Bint Jbeil, el parlamentario Hasán Fadlalá, representante de Hezbolá, aseguró que la organización colaborará con el despliegue del Ejército y enfatizó que no hay armas visibles ni bases del grupo en la zona. Sin embargo, añadió que los integrantes de Hezbolá “son parte de las comunidades locales del sur” y permanecerán allí como ciudadanos.
Retiro de tropas israelíes
El primer ministro de Líbano, Najib Mikati, hizo un llamado para que Israel cumpla con su retirada del territorio libanés en un plazo de 60 días, tal como estipula el acuerdo de alto al fuego, el cual será supervisado por Estados Unidos y Francia. Según este pacto, la retirada de Hezbolá del sur será compensada con el despliegue de hasta 10,000 soldados libaneses en la región.
El Ejército libanés también ha pedido a los desplazados que están regresando a sus hogares en zonas fronterizas, como Tiro, Bint Jbeil y Marjayún, que sigan las directrices de las unidades militares y eviten acercarse a áreas donde todavía hay presencia de tropas israelíes.
Este esfuerzo conjunto busca estabilizar la región, marcada por tensiones prolongadas, y reforzar la soberanía libanesa en un contexto de vigilancia internacional.
