Washington, D.C. – La administración del presidente Donald Trump se vio obligada a matizar su postura sobre la reubicación de los palestinos de Gaza, tras recibir críticas tanto de aliados internacionales como de legisladores republicanos.
El secretario de Estado, Marco Rubio, y la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, aclararon que la intención de Trump nunca fue un desplazamiento definitivo, sino una reubicación temporal que permitiría agilizar los esfuerzos de reconstrucción en la Franja de Gaza.
Durante su primera gira internacional como jefe de la diplomacia estadounidense, Rubio calificó la propuesta como un acto de “generosidad” y explicó que el objetivo es retirar escombros y rehabilitar la zona después de más de un año de enfrentamientos entre Israel y Hamás. “Mientras eso ocurre, es necesario encontrar un lugar seguro para los habitantes”, declaró en una conferencia de prensa en Guatemala.
Leavitt subrayó que actualmente Gaza es un “sitio devastado” y que mantener a los palestinos en esas condiciones sería “inhumano”. Sin embargo, estas declaraciones contrastan con las palabras previas de Trump, quien el martes había sugerido la posibilidad de un reasentamiento “permanente” en otra región más segura.
Mientras tanto, el senador republicano Lindsey Graham descartó cualquier despliegue de tropas estadounidenses en Gaza como parte del plan de reconstrucción. “La idea de que Estados Unidos tenga presencia militar en Gaza es inaceptable para todos los senadores”, afirmó.
