Con un Presupuesto Especial Concurrente para el sector agropecuario en 2020, disminuido en 30 por ciento con relación al año anterior, “nuestro país corre el riesgo de perder el ritmo productivo y de exportación que mantuvo en los últimos años”, dijo el dirigente de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos del estado de Guanajuato, Rafael García del Horno.
Hay preocupación entre productores del sector privado y social por señalamientos contradictorios. Primero, por la propuesta de trabajar con miras a impulsar la autosuficiencia alimentaria, frente a la necesidad de “romper el círculo vicioso entre postración del campo y dependencia alimentaria”, citó textualmente García del Horno las palabras dichas por el Jefe del Ejecutivo hace algunos meses.
Y segundo, a la vuelta de un periodo corto, nos encontramos con una reducción de casi 20 mil millones de pesos en el Proyecto de Presupuesto de Egresos 2020 –para el sector agropecuario—el cual prevé, además, la eliminación o reducción de Programas de Apoyo Productivo muy importantes. “Esto es contrario a los principios del Plan Nacional de Desarrollo y ofensivo para la comunidad productiva del campo mexicano”.
Reconoció que México necesita desarrollar programas sociales, “porque casi el 46 por ciento de la población nacional enfrenta grados de pobreza y desnutrición. Sí, ese apoyo está bien, pero que no sea a costa de la depresión del campo, que contará con menos recursos fiscales. De ser así, la población nacional dependerá cada vez más de las importaciones de granos, oleaginosas, carne y leche”, aseguró.
Se refirió a declaraciones recientes del titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos, quien hace unos días en León, Guanajuato, habló en el sentido de que ‘los productores que están exportando, los que tienen productividad, no necesitan dinero; necesitan apoyo técnico con los bienes públicos que tiene el gobierno; necesitan acompañamiento para exportación, necesitan abrir nuevos mercados, eso es lo que necesitan”.
Al respecto, García del Horno, expresó que lo ganado en producción y productividad, en calidad y sanidad, en organización, en inversiones, en habilidad tecnológica para concurrir a los mercados internacionales de manera exitosa, ha sido con la activa participación de las instituciones gubernamentales.
Por otra parte, añadió, las divisas que se generan por la comercialización de productos agropecuarios y agroindustriales, entran a la economía del país y forman parte de un esfuerzo nacional para reforzar el superávit de la balanza comercial mexicana.
Puntualizó el líder de la Liga de Guanajuato que, de no corregirse la propuesta de aumento del presupuesto para el sector agropecuario 2020, el país podría enfrentar una caída pronunciada de la producción agropecuaria y pesquera y un marcado desequilibrio en la balanza comercial del sector. “También una disminución en los ingresos de los productores del campo, además de sufrir deterioro en las condiciones de vida y estabilidad social en el medio rural”.