Siendo joven, Héctor Perea participó en un taller de narrativa en la Capilla Alfonsina, con la oportunidad de hacerlo en el mismo lugar en donde se resguardan los libros que dejó el regiomontano universal Alfonso Reyes.
Perea volvió hoy a este sitio, convertido en una magna Biblioteca Universitaria de la UANL, pero ahora para recibir bajo su techo el Premio Internacional Alfonso Reyes 2019, el mismo que ha sido entregado a Octavio Paz, Adolfo Bioy Casares, Mario Vargas Llosa, Harold Bloom y Alfonso Rangel Guerra.
Tras dedicar su discurso titulado “Tu nombre, libertad” a Carmen, su esposa, y a sus hermanas Patricia y María Fernanda, Perea se refirió a Reyes como aquel autor cuyo ejemplar de la edición de lujo del Fondo de Cultura Económica de sus obras completas le fue obsequiado, junto a otros objetos.
Describió la forma en que estos libros fueron descubiertos en sus manos, pues se trataba de títulos editados los años 60, en cuyo colofón se podía leer la identificación manuscrita de Reyes.
Dicho objeto, explicó, permanecía como uno más en la biblioteca de la Casa del Pedregal en Ciudad de México, antes de que esta edificación pasara a su nuevo dueño.
“Reyes, en la edición donde el lujo está en la sencillez extrema, pareciera deslizar los dedos sobre las costuras de ‘El calendario’ y ‘Los cartones de Madrid’”, refirió en su escrito.
Citó a Fray Servando Teresa de Mier, el “desfrailado”, y a Monterrey como el lugar a donde ha venido tantas veces, la cuna de Alfonso Reyes, donde permanece un fuerte vínculo emocional y de su relación amistosa con Alicia Reyes, escritora a quien también recordó en su intervención.
Otorgado por la UANL, en conjunto con la Sociedad Alfonsina Internacional y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, el galardón fue recibido por Perea en un acto en el que se recordó a la figura de Minerva Margarita Villarreal, quien fuera directora de la Capilla Alfonsina por casi 16 años.
Y fue precisamente Minerva Margarita Villarreal, junto a Felipe Garrido, Vicente Quirarte, Ludivina Cantú Ortiz y Víctor Toledo, quien deliberó en esta edición como jurado para otorgar el reconocimiento a Perea.
También se recordó a Alicia Reyes, otra de las promotoras de la obra del Regiomontano Universal y al historiador y cronista Jorge Pedraza Salinas, ambos fallecidos también este año.
Rogelio Garza Rivera, rector de la UANL, encabezó la ceremonia de entrega del premio, cuya bolsa económica es de 300 mil pesos, y destacó la prolífica obra del recipiendario en una diversidad de facetas como la de narrador, ensayista, periodista e investigador.
En este contexto, explicó el rector, para difundir la obra de Alfonso Reyes y ampliar la presencia de la universidad en el ámbito internacional, a partir de este año se inauguró la Cátedra Alfonso Reyes en Madrid y se han firmado diversos convenios de colaboración con instituciones educativas de Europa.
“De esta manera honramos uno de los legados más importantes de Reyes, que es el de recordar nuestros vínculos con España y, a través de ella, nuestra pertenencia al mundo de la cultura grecolatina.
“Esto lo destaca también el apreciable doctor Perea, en su libro titulado ‘España en la obra de Alfonso Reyes’, donde señala que el intelectual regiomontano no fue a España buscando la muerte, sino a la consolidación de su vocación literaria y que fue en este país donde –cito- ‘se despojó de sus miedos provincianos frente a lo extranjero, y depuró su estilo ensayístico’”, mencionó.
El compromiso de la UANL, agregó, a través del Premio Internacional Alfonso Reyes es reconocer a quienes dedican su vida a conocer mejor la obra y pensamiento de Reyes.
“Es el caso de Héctor Perea, quien ha dedicado buena parte de su tarea de investigación a redescubrir su obra, aspecto que le ha valido ingresar al Sistema Nacional de Investigadores y coordinar el Centro de Estudios Literarios del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM.
“Además, entre 2006 y 2009, realizó la curaduría y montaje de la exposición itinerante titulada ‘Alfonso Reyes: el sendero entre la vida y la ficción’, que mostró al mundo, por vez primera, al escritor regiomontano como un conocedor, comentarista y coleccionista de arte. Estos aspectos sobre una faceta desconocida de don Alfonso fueron plasmados en el libro ‘Ojos de Reyes’, otro de los grandes estudios de nuestro homenajeado”, expresó.
En la ceremonia, también estuvieron Felipe Garrido, presidente de la Sociedad Alfonsina Internacional, además de la doctora Lucina Jiménez López, directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura de México; Leticia Luna, coordinadora nacional de Literatura del INBAL y el doctor Celso José Garza Acuña, secretario de Extensión y Cultura de la Máxima Casa de Estudios.
También acudieron al acto, Santos Guzmán López, secretario General de la UANL, miembros de la Honorable Junta de Gobierno, encabezados por su presidente, Marco Antonio Méndez Cavazos y Ludivina Cantú Ortiz, directora de la Facultad de Filosofía y Letras de la UANL, además de escritores, editores y autores invitados, como José Javier Villarreal, poeta y esposo de la doctora Minerva Margarita Villarreal, quien fuera directora de la capilla por casi 16 años.