Por Pedro García
Los eventos de renuncias a la militancia en partidos para buscar en otros la posibilidad de candidaturas es un tema recurrente en los comentarios políticos con predominancia del repudio al chapulineo y el pragmatismo de los actores personales, pero también de los partidos.
Al respecto, estimo que en lo concerniente a los partidos políticos, los institutos políticos se han anquilosado, es decir, han paralizado su trabajo interno de formación y desarrollo de militancia y, en especial, la democratización toda vez de la concentración del poder en un grupo cuyos miembros se pasan la estafeta: las candidaturas.
No es dañino que militantes de un partido figuren y se repitan en los cargos de elección puesto que hacer carrera política es muy importante para dar los mejores servicios a la población a la que se representa. Lo mismo en los cargos ejecutivos.
Rocío Montalvo estaba pintadita para tomar una candidatura a cargo de elección popular por la izquierda que representa Morena, sin embargo, al determinar este partido a Clara Luz Flores como candidata a la gubernatura el proyecto no cristalizó para la joven activista social quien, con franqueza, ha expresado que no simpatiza con la fórmula morenista.
Por otro lado, si bien Rocío ha recibido propuestas de distintos partidos, no ha tomado las invitaciones porque en su análisis considera que no son ofertas sólidas.