El presidente Andrés Manuel López Obrador presentó una serie de reformas a la Ley de Hidrocarburos en las que se propone que las autoridades puedan suspender cualquier permiso otorgado sobre todo a particulares que participan en la cadena de producción, procesamiento, transporte, almacenamiento, comercialización, expendio al público y exportación e importación de hidrocarburos, petrolíferos y petroquímicos “a fin de garantizar los intereses de la Nación” o cuando se prevea “un peligro inminente para la seguridad nacional, la seguridad energética o para la economía nacional”.
La Reforma propuesta por el ejecutivo, a la Ley de Hidrocarburos, fue enviada este viernes al Congreso de la Unión.
Los cambios propuestos están encaminados a la mayor eficiencia de su producción y uso, así como garantizar el suministro de hidrocarburos y petrolíferos a toda la población, a fin de salvaguardar los intereses y la seguridad nacionales, devolviéndole a las empresas productivas del Estado un papel más activo en las actividades que la Reforma Energética le abrió las puertas a la iniciativa privada.
López Obrador argumentó que estos cambios se deben a que las amenazas y riesgo a la seguridad energética “podrían tener un impacto sobre la agenda de seguridad nacional del Estado mexicano”.