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António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, solicitó a las naciones establecer un impuesto a la riqueza para ayudar a reducir la desigualdad global exacerbada por la pandemia de covid-19.
Hubo un aumento de US$5 billones en el patrimonio de los más ricos del mundo en el último año, incluso pese a que los de abajo se han vuelto más vulnerables, dijo el lunes Guterres en el Foro del Consejo Económico y Social sobre la Financiación para el Desarrollo de la ONU.
“Insto a los Gobiernos a que consideren la posibilidad de aplicar un impuesto de solidaridad o sobre la riqueza a quienes se han beneficiado durante la pandemia, para reducir las desigualdades extremas”, dijo y propuso invertir en un nuevo contrato social, basado en la solidaridad y las inversiones en educación, los empleos decentes y ecológicos, la protección social y los sistemas de salud para sentar “la base del desarrollo sostenible e inclusivo”.
Luego de que las consecuencias del covid-19 hicieron que las deudas de los Gobiernos aumentaran y perjudicaron más a las personas más pobres, se están debatiendo impuestos a la riqueza desde California hasta el Reino Unido como herramienta tanto para pagar la deuda como para abordar la desigualdad. La senadora estadounidense Elizabeth Warren, el premio nobel Joseph Stiglitz y el economista Thomas Piketty están entre sus defensores.