Una semana después de declarar un estado de emergencia en los condados fronterizos de Texas por la llegada de inmigrantes indocumentados, el gobernador republicano, Greg Abbott, anunció una serie de medidas para acabar con los cruces ilegales, incluida la construcción de un muro fronterizo y una política de arrestos generalizados.
Abbott informó durante una cumbre sobre seguridad fronteriza en Del Río que su Gobierno tomará ocho medidas (incluida la creación de la cumbre) para contener la migración.
La primera medida es la creación de un grupo de trabajo que incluya a la mayoría de los sheriffs del estado, las agencias de aplicación de la ley, directores de correccionales y ciudadanos interesados.
La siguiente es la asignación de 1,000 millones de dólares para la seguridad fronteriza en Texas, aprobada por el Congreso estatal: “Más agentes, más drones y más tecnología”.
La declaración de emergencia en 14 condados para garantizar más recursos para combatir la migración irregular.
Un nuevo plan de seguridad que incluya la capacidad de arrestar a cualquiera que entre de manera irregular, así como la ampliación del espacio en cárceles para detener a los infractores.
Construcción de nuevas barreras fronterizas, “algunas de las cuales serán levantadas de inmediato”, según Abbott, y de un muro fronterizo, del que no aportó más detalles.
Un plan para combatir el tráfico de drogas en la frontera.
Ayuda para los propietarios que han sufrido daños económicos por el paso de los migrantes, financiado por el Gobierno federal.
Abbott aseguró que por el sector de Del Río, donde se llevó a cabo la conferencia, ya no pasan “tantos menores no acompañados como personas peligrosas, de la que seguramente uno no saldría bien librado si se las encuentra”.
Las autoridades federales detuvieron en mayo a más de 180,000 migrantes que ingresaron al país de manera irregular. Aunque se trata de una cifra récord, las autoridades han advertido que el número total de aprehensiones sobredimensiona la cifra de personas que han llegado a la frontera, pues en muchos casos se trata de los mismos individuos que han sido expulsados múltiples veces a lo largo de la pandemia de coronavirus.
Abbott no dijo cuánto costaría a los contribuyentes tejanos la construcción del muro, cuántas millas tendrían que erigirse ni en dónde estarían localizados. En cambio, aseguró que estos detalles serían revelados la próxima semana.