AFP
Las autoridades de Myanmar liberaron el miércoles a más de 2 mil personas que han participado en las multitudinarias protestas contra el régimen.
Desde el golpe de Estado de febrero que desalojó del poder a la primera ministra Aung San Suu Kyi y a su gobierno, las manifestaciones han sido incesantes y la represión, brutal.
Más de 880 civiles han fallecido en la respuesta policial a las protestas y unos 6 mil 500 han sido detenidos, según un grupo de observadores independiente.
Después del anuncio de las autoridades, unas 200 personas se reunieron ante la cárcel de Insein, en Rangún, para asistir a la salida de presos, informó un reportero de la AFP.
Bajo una lluvia fina, los familiares y amigos aguardaban ante la barricada de las fuerzas de seguridad. Entre ellos, un hombre que bajo anonimato dijo a la AFP que tenía la esperanza de que entre los liberados apareciera su hija.
“Estoy muy orgulloso de ella”, declaró. “La voy a animar a que siga luchando hasta que ganen”, explicó.
La junta indicó posteriormente que un total de 2 mil 296 personas habían sido liberadas en todo el país.
Entre ellos estaba la periodista Kay Zon Nway, de Myanmar Now, un medio ferozmente crítico con la junta, que salió de la cárcel de Insein.
La periodista dijo que vivió “muchas cosas” en el interior de la cárcel, pero que daría explicaciones más adelante.
Un periodista estadunidense, Danny Fenster, se halla en la misma prisión desde mayo.
Entre los liberados de Insein no había extranjeros, informó un responsable de la penitenciaría a la AFP bajo anonimato.
La junta ya liberó a 23 mil prisioneros en febrero, pero algunos grupos defensores de los derechos humanos advirtieron en ese momento que el régimen parecía estar preparando las cárceles para recibir a opositores políticos.