EFE
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) canceló el contrato del escritor Jorge F. Hernández como agregado cultural de México en la Embajada de España “por comportamientos poco dignos”.
En un comunicado difundido el sábado a través de redes sociales, la dependencia señaló que esta decisión era tomada debido a que en fechas recientes el escritor incurrió en una conducta poco institucional para representar al país en España.
Más tarde, el doctor Enrique Márquez, director ejecutivo de Diplomacia Cultural de la SRE, aclaró que Hernández fue cesado luego de que, en días pasados, en una reunión en la Ciudad de México, se refirió “en términos muy ofensivos y misóginos” a quien era su jefa, María Carmen Oñate Laborde, embajadora de México en España.
“El propio señor Hernández, buscando mi apoyo, me refirió lo ocurrido en dicho evento. Esto está documentado”, puntualizó Márquez.
Insistió en que, a pesar del reconocimiento, gratitud y afecto que tiene respecto a Hernández “me vi obligado, en mi calidad de director ejecutivo de Diplomacia Cultural de la cancillería, a solicitar a la Dirección General de Personal la cancelación de su contratación”.
Afirmó que de “ninguna manera” podría estar de acuerdo con conductas ajenas al debido respeto a las personas y a los códigos de ética institucional.
El despido de Hernández ha despertado polémica en redes sociales, pues hay quienes aseguran que el cese se dio luego de que el escritor cuestionara a Marx Arriaga, director de Materiales Educativos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), por decir que “leer por goce es un acto de consumo capitalista”.
Hernández había defendido en una columna publicada en el diario Milenio la lectura por placer y después, en una entrevista radiofónica, afirmó que, si leer por goce era un acto capitalista, él era “estúpidamente rico” y “capitalista de grandes vuelos” tras haber leído alrededor de 24,000 libros.
El escritor se incorporó en enero de 2019 al proyecto de Diplomacia Cultural, impulsado por el canciller, Marcelo Ebrard, en reconocimiento a su carrera y por su prestigio como “gestor cultural”.
Tras su despido, Hernández ha recibido el apoyo de la comunidad literaria y cultural, entre ellos de los también escritores Juan Villoro y Diego Fonseca, entre otros.