Esta tecnología permitirá a ejidatarios obtener esencias de plantas para uso en la medicina tradicional, perfumería y en procesamiento de alimentos como aditivos.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), construyeron un extractor de aceites esenciales altamente eficiente, que permitirá el aprovechamiento sostenible de plantas como orégano, laurel y damiana.
Este invento, que contó con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) y el Consejo Nacional Forestal (CONAFOR), beneficiará a ejidatarios de siete estados de la República Mexicana con los que ha trabajado el doctor Romeo Rojas Molina y su grupo de la Facultad de Agronomía de la UANL.
“El equipo no necesita electricidad ni gas, para que sea usado en ejidos donde el agua o electricidad sea escasa o nula. Una vez que extraigan los aceites serán usados en medicina tradicional, perfumería y en procesamiento de alimentos como aditivos”, expuso Rojas Molina.
Históricamente hay una demanda por el aprovechamiento de los recursos naturales del desierto mexicano y por eso plantearon el proyecto “Estandarización de procesos de extracción de aceites esenciales de especies aromáticas: diseño y construcción de equipo microindistrial”.
Los investigadores de la UANL fueron acreedores en 2018 al Fondo Sectorial para la Investigación en Desarrollo y la Innovación Tecnológica Forestal (CONACYT-CONAFOR) con un apoyo de un millón 551 mil 120 pesos, con los que han desarrollado el proyecto en el último par de años.
La cruzada de los productores de aceites esenciales
El doctor Romeo Rojas Molina y su equipo hicieron colectas de especies aromáticas en Tamaulipas, Durango, Chihuahua, Nuevo León, Coahuila, Zacatecas, San Luis Potosí y Oaxaca. En cada estado recolectaron orégano, poleo, damiana y laurel.
El primer paso fue realizar extracciones de aceite a nivel laboratorio. Ellos hicieron la caracterización de los aceites, rendimiento, actividades antioxidantes e identificación por cromatografía de gases.
Después, en las visitas a los estados, la tarea fue conocer los equipos que se encuentran para extraer aceites esenciales encontrando que no existe una tecnología hecha a la medida para los ejidatarios. Lo que existe es solo a nivel industrial.
“Es una tecnología desarrollada en Nuevo León, en la Facultad de Agronomía, y hecha a la medida para los ejidatarios. Puede moverse en una caja de camioneta. Fue un proyecto y una demanda específica nacional”, destacó Rojas Molina
Eficiencia y desarrollo para los ejidatarios
Los investigadores de la Facultad de Agronomía de la UANL calculan que para producir un litro de aceite de orégano se invierte alrededor de tres mil pesos y estiman en más de 10 veces su valor comercial.
Los ejidatarios necesitan un permiso de explotación, pues las plantas crecen de forma silvestre. CONAFOR hace un censo de plantas para ver cuánto es lo máximo que pueden explotar por año y les extiende un permiso de aprovechamiento.
El equipo cabe en la caja de una camioneta, es de acero inoxidable, tiene un sistema de calentamiento por gas o leña y un sistema de condensación de aceite que puede ser flexible para recirculación de agua o un tanque fijo.
La CONAFOR les va pagar el equipo a los ejidatarios. Esta máquina tiene un valor de 330 mil pesos y capacidad de procesar 30 kilos de orégano seco por extracción. Cada extracción recibe entre 600 a 900 mililitros de aceite esencial.