En 2019 el menor de edad Carlos Joel Garza Marines se accidentó en un juego de Six Flags debido a que el juego no reunía las condiciones mínimas de seguridad para sus usuarios.
Por tal razón, el padre y la madre del pequeño buscaron al abogado Eduardo Ostos para demandar al conocido parque de atracciones ubicado al sur de la Ciudad de México.
Los abogados de Six Flags acusaron al niño Carlos Joel Garza Marines de un intento de suicidio: “se puso de pie sobre la góndola que ocupaba, escaló por encima del barandal de protección y se dejó caer de una altura de aproximadamente dieciocho metros”. Una defensa tan inmoral como esa solo tenía sentido si los litigantes pensaban que las cosas en el poder judicial de la Ciudad de México eran como antes.
La justicia capitalina no podía aceptar los absurdos argumentos de Six Flags para no indemnizar a un niño, seriamente lesionado desde entonces, ya que ha sido sometido a más de 10 intervenciones quirúrgicas y su calvario durará todavía muchos años antes de, más o menos, recuperar la movilidad.
Los magistrados Yaopol Pérez Amaya Jiménez y Roberto Martínez González y la magistrada Josefina Rosey González, integrantes de la séptima sala civil del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, por unanimidad de votos resolvieron:
Que Six Flags México, S.A. de C.V. causó daños al menor de edad Carlos Joel Garza Marines, accidentado en el juego Rueda India el 22 de febrero de 2019.
Que Six Flags debe indemnizar al menor Garza Marines por los conceptos de responsabilidad civil y daño moral con una cantidad de dinero “apropiada y proporcional” al perjuicio causado, “de conformidad con lo dispuesto por la Ley Federal del Trabajo, el Código Civil para la Ciudad de México, tratados y convenios internacionales celebrados por el país, a fin de que exista una reparación integral en su favor, la cual se deberá cuantificar a través del incidente respectivo”.