La violencia contra los periodistas y la impunidad en la que quedan las agresiones, ha provocado que cada vez más huyan de sus países para refugiarse en otras naciones con la esperanza de mejorar su calidad de vida, afirmaron Guilherme Canela, jefe de la Sección de Libertad de Expresión y Seguridad de los Periodistas de la Unesco, y Milton Moreno, representante de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) en Costa Rica.
Por su parte, Paula Cejas, directora de la Oficina Regional de Latinoamérica de la Federación Internacional de Periodistas (IFJ), aseveró que México tiene los mayores índices de crímenes contra comunicadores en América Latina y la impunidad es superior al 95 por ciento.
En la Conferencia Global sobre la Mejora en la Protección, Integración y Salud Mental de Periodistas Refugiados, convocado por la Unesco, Canela mencionó que el tema de la seguridad de los comunicadores, y particularmente de los refugiados, es de “creciente relevancia” y es “un nuevo tipo de amenaza a la libertad de prensa”.
En consecuencia, aseveró, se debe poner más atención y desarrollar políticas multilaterales, regionales y nacionales específicas para enfrentar este problema. Una de las cuestiones particulares, dijo, es la de la salud mental.
Moreno señaló que en la actualidad “en las Américas existen más de dos millones de solicitudes de asilo pendientes de análisis en diversos países”, muchas de las cuales se vinculan a personas perseguidas debido a ejercer su labor como periodistas, defensores de derecho a la información o de quienes ejercen su garantía a la libertad de expresión.
Indicó que, debido al incremento sustantivo de dichas solicitudes, “en muchos países los sistemas de asilo se vieron colapsados, y la pandemia de Covid-19 vino a agravar esta situación”.
A nivel regional, mencionó que un tema de preocupación de la Acnur es que los periodistas que podrían calificar como refugiados tengan una oportunidad efectiva de encontrar protección en los países en donde estén dentro de un plazo razonable. En este sentido, llamó a redoblar esfuerzos.
En tanto, Ceja destacó que los índices de impunidad tanto en México como en muchas otras naciones provoca que se tengan números significativos de periodistas en lo particular que migran “buscando mejorar su calidad de vida, poder ejercer su labor de manera libre y segura y garantizar no sólo seguridad propia sino también para su familia, que es lo más complicado”.
Además, dijo que quienes salen de manera forzada de sus países “muchas se ven obligadas a migrar no por las vías tradicionales o más seguras”, lo que también implica transitar “por lugares muy riesgos, a un costo muy alto no sólo monetario sino muchas veces terminan perdiendo la vida”.