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Casi 83 por ciento de las camas de hospitales designadas para pacientes con Covid-19 están ocupadas, informaron el miércoles las autoridades rusas, en un momento en que las nuevas infecciones y muertes siguen batiendo récords.
La viceprimera ministra Tatyana Golikova dijo el miércoles durante una reunión de gobierno que un 82.8 por ciento de las 301 mil 500 camas reservadas para pacientes de coronavirus estaban ocupadas para la mañana del martes.
“Hasta ahora, no podemos decir con confianza que la situación se ha estabilizado y que la propagación de la infección ha disminuido”, dijo Golikova, quien dirige la comisión especial del país para la lucha contra el coronavirus.
La comisión registró otro récord de muertes de coronavirus el miércoles: mil 239, por arriba del récord del martes de mil 211. Los funcionarios también reportaron 38 mil 58 infecciones nuevas. Aproximadamente 40 mil casos y más de mil 100 muertes se han reportado todos los días desde finales de octubre.
El aumento en infecciones y muertes en Rusia en el otoño sucede en medio de bajas tasas de vacunación, actitudes relajadas de la gente en cuanto a tomar precauciones y la resistencia del gobierno de implementar restricciones más estrictas.
Menos del 40 por ciento de los casi 146 millones de habitantes de Rusia están totalmente vacunados, incluso aunque Rusia aprobó su propia vacuna contra el Covid-19 meses antes que la mayoría de otros países.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó que muchos rusos se quedaran en casa entre el 30 de octubre y el siete de noviembre. Autorizó que los gobiernos regionales extendieran ese periodo de ser necesario, pero sólo cinco regiones de Rusia lo hicieron.
Otras han limitado la asistencia a lugares públicos, como restaurantes, teatros y cines, sólo para quienes están totalmente vacunados, se han recuperado del Covid-19 en los últimos seis meses o su prueba resultó negativa en las 72 horas previas.
Todavía es muy pronto para saber si el periodo de quedarse en casa tuvo buenos resultados, dijo a principios de semana el vocero del Kremlin, Dmitry Peskov.