AFP
Un nuevo amotinamiento deja 58 muertos en una cárcel del puerto ecuatoriano de Guayaquill la misma que en septiembre fue escenario de una de las peores masacres carcelarias de Latinoamérica con 119 muertos, informó el sábado la comandante de la Policía, general Tannya Varela.
La oficial reportó en una rueda de prensa que los enfrentamientos entre reclusos también provocaron heridas a doce internos.
Las muertes ocurren tras una intensa balacera de casi ocho horas en la Penitenciería del Litoral, donde en ocasiones anteriores se han producido masacres entre internos pertenecientes a bandas relacionadas con el narcotráfico local e internacional.
De acuerdo a un informe policial al que tuvo acceso The Associated Press, la balacera también dejó al menos diez internos heridos, y se dio con el decomiso de explosivos, un fusil y dos pistolas en ese recinto carcelario, considerado el más violento del país y situado a 270 kilómetros al suroeste de la capital.
Al exterior de esa prisión, decenas de familiares desesperadas clamaban por información y ayuda de las autoridades.
“Ya basta, hasta cuándo, que paren esta mortandad, esto no es un camal, esta es una penitenciaría, son seres humanos no son animales… por el amor de Dios que tengan piedad de estos seres humanos”, dijo Francisca Chancay, de 55 años de edad y quien tiene un hermano al interior de la prisión desde hace ochos meses.
Maritza Vera, de 62 años y con un hijo recluido en ese centro, a punto de las lágrimas preguntó: “¿Qué es lo que espera (el presidente Guillermo) Lasso? ¿Que haya otra mortandad? ¿Que se muera el pueblo entero? Que tenga misericordia ¿dónde están los derechos humanos? Pensamos que esto iba a cambiar, pero está peor”.
“Me siento triste y angustiada porque hay demasiada mortandad y él (Lasso) se limpia las manos. Estamos angustiados y desesperados”, agregó la mujer.