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En Estados Unidos se detectó el primer caso de COVID-19 causado por la variante ómicron.
Se trata de un viajero que regresó de Sudáfrica el pasado 22 de noviembre. La persona cuenta con el esquema de vacunación completo y reporta síntomas leves de coronavirus, informó este miércoles el Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, en Washington.
“Sabíamos que era solo cuestión de tiempo antes de que se detectara el primer caso de ómicron en Estados Unidos”, señaló Fauci.
Funcionarios detallaron que se pusieron en contacto con quienes estuvieron cerca de la persona infectada y que todos dieron negativo a SARS-CoV-2.
La secuenciación genómica se llevó a cabo en la Universidad de California en San Francisco y la secuencia fue confirmada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Estados Unidos ha estado tomando medidas para endurecer las reglas de prueba para ingresar al país. Para los viajeros del extranjero es obligatoria una prueba COVID, independientemente del estado de vacunación. Además, se está considerando como requisito la aplicación de una prueba COVID después de que el viajero ingrese al país.
Los funcionarios advirtieron que las medidas solo “ganarían tiempo” para que el país conociera más sobre la nueva variante y tomara las precauciones adecuadas, pero que dada su transmisibilidad, su llegada a Estados Unidos era inevitable.
Aún se desconoce mucho sobre la nueva variante, incluso si es más contagiosa que las cepas anteriores, si enferma más a las personas y si puede frustrar la vacuna. Fauci, el principal experto en enfermedades infecciosas de EU dijo que se sabrá más sobre la cepa ómicron en dos o cuatro semanas, a medida que los científicos crezcan y prueben muestras de laboratorio del virus.
El anuncio del primer caso en EU se produce antes de que el presidente Joe Biden planee delinear su estrategia para combatir el virus durante el invierno. El presidente ha intentado calmar la alarma sobre la variante ómicron, diciendo que, es un motivo de preocupación, pero “no un motivo de pánico”.
El pasado 26 de noviembre, la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó la nueva variante, B.1.1.529, como de “preocupación”.