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Un jurado federal en Chicago declaró culpable el miércoles a R. Kelly de producir pornografía infantil e incitar a menores de edad a tener sexo después de un mes de juicio en su ciudad natal, propinando otro golpe legal al cantante que alguna vez fue uno de los más grandes astros del R&B en el mundo.
Los fiscales lograron que fuera declarado culpable en seis de los 13 cargos en su contra. Muchos de los cargos implican largas sentencias obligatorias. Pero el gobierno perdió el cargo emblema del juicio, que acusaba a Kelly y su entonces mánager de manipular su juicio estatal por pornografía infantil en 2008.
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Luego de deliberar por 11 horas a lo largo de dos días, el jurado declaró culpable a Kelly de tres cargos por producir pornografía infantil y tres cargos por incitar a menores, aunque lo absolvió de un cargo por asociación delictuosa para obstruir la justicia, un cargo por producir pornografía infantil y tres cargos por recibir pornografía infantil.
Los otros dos acusados en el juicio, su antiguo mánager Derrel McDavid y su asociado Milton Brown, fueron absueltos de todos los cargos. McDavid había dicho al jurado que el testimonio de cuatro acusadoras de Kelly le había hecho cambiar su forma de pensar sobre la credibilidad de Kelly.
El caso era, de alguna manera, la repetición del juicio por pornografía infantil contra Kelly de 2008, y un video fue crucial para ambos. Kelly, quien lloró de alegría cuando el jurado lo absolvió en 2008, hizo una señal con los pulgares hacia arriba hacia los espectadores el miércoles tras el veredicto, pero fuera de eso mostró poca emoción.
Antes de que Kelly volviera a una prisión federal, McDavid abrazó al cantante galardonado con el Grammy, que surgió de la pobreza en la zona sur de Chicago para convertirse en un superastro.
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El veredicto llega meses después de que un juez federal en Nueva York sentenciara a Kelly a 30 años en prisión en junio por asociación delictuosa y tráfico sexual. Tan sólo por esa sentencia el artista de 55 años no podrá quedar en libertad hasta que tenga unos 80 años.
Todavía le quedan pendientes dos juicios por delitos sexuales, uno en Minnesota y uno en una corte estatal en Chicago.
Los fiscales buscaron presentar una imagen de Kelly como un manipulador experto que usó su fama y riqueza para atraer a sus admiradoras, algunas menores de edad, para abusar sexualmente de ellas y desecharlas.
Kelly, cuyo nombre completo es Robert Sylvester Kelly, estaba desesperado por recuperar videos pornográficos con menores que él mismo hizo y llevaba en un bolso de gimnasio, dijeron testigos. Señalaron que ofreció hasta un millón de dólares para recuperar los videos que faltaban antes de su juicio de 2008, sabiendo que lo pondrían en peligro legal. El ardid para ocultar su abuso duró del 2000 al 2020, dijeron los fiscales.
Uno de los cargos por los que fue absuelto McDavid, era asociación delictuosa con Kelly para arreglar su juicio de 2008. Brown, quien fue asociado de Kelly por años, fue absuelto de recibir pornografía infantil.
Un solo cargo por producir pornografía infantil conlleva una sentencia obligatoria mínima de 10 años en prisión. Un juez podría ordenar que Kelly cumpla su nueva sentencia simultáneamente o después de que su primer periodo sea cumplido. Los presos federales deben cumplir al menos 85% de sus sentencias.
Durante los argumentos finales, la abogada de Kelly, Jennifer Bonjean, comparó el testimonio y la evidencia del gobierno con una cucaracha y su caso con un plato de sopa.
Si una cucaracha cae en la sopa, dijo, “no sacas la cucaracha y te comes el resto de la sopa. Desechas toda la sopa”, dijo al jurado.
“Hay demasiadas cucarachas”, dijo sobre el caso de la fiscalía.
Los tres acusados convocaron a pocos testigos a lo largo de los días, incluyendo a McDavid.
En su refutación de cierre, la fiscal Jeannice Appenteng citó testimonios que señalaban que los allegados de Kelly buscaban hacer cada vez más lo que Kelly quería cuando su fama explotó a mediados de la década de 1990.
“Damas y caballeros, lo que R. Kelly quería era tener sexo con chicas menores de edad”.
Las acusadoras de Kelly que testificaron usaron seudónimos o sus nombres sin su apellido: Jane, Nia, Pauline y Tracy. Algunas lloraron cuando describieron el abuso, pero en general hablaron calmadamente y con confianza. Una quinta acusadora, Brittany, no testificó.
