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El Congreso de Perú acordó el lunes analizar el adelanto de elecciones generales en 2023 después de semanas de letales protestas que exigen la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, así como de los miembros del Parlamento.
La decisión se logró con 66 votos a favor, 49 en contra y 6 abstenciones, y ahora los legisladores comenzarán a debatir una fórmula para fijar una posible fecha de elecciones presidencial y congresal.
El viernes, los parlamentarios rechazaron una propuesta para establecer octubre como el mes de elecciones generales y el 1 de enero de 2024 como inicio del mandato del nuevo presidente y de nuevos 130 legisladores del parlamento unicameral.
La reconsideración se produce en medio de protestas por casi dos meses de miles de peruanos que piden la dimisión de Boluarte, así como de los miembros del Parlamento para que sean reemplazados en nuevos comicios. Las manifestaciones han dejado hasta el momento al menos 58 fallecidos y centenares de heridos, según las autoridades.
En caso que no se logren acuerdos, Boluarte y los 130 legisladores tendrán que continuar en sus funciones hasta 2026 según lo establece la ley.
Boluarte dijo el domingo que “de no prosperar el consenso para debatir el adelanto de elecciones para 2023”, el gobierno presentará dos iniciativas legislativas, la primera con la que se pedirá adelanto de elecciones para octubre y la segunda, que el próximo Congreso le encargue a la Comisión de Constitución “la reforma total de la constitución”.
El fin de semana, un peruano que asistía a una protesta murió producto de un traumatismo encefalocraneano con lo que los muertos en casi dos meses sumaron 58, todos civiles, excepto uno que era un policía quien murió carbonizado en los Andes.