El presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que en su administración “no hay permiso para espiar”, y subrayó que el gobierno federal, a través, del Centro Nacional de Inteligencia, que encabeza el general Audomaro Martínez Zapata, realiza investigaciones para “no usar la fuerza”, y a fin de conocer sobre “movimientos y operaciones de la delincuencia organizada, básicamente. Nosotros no espiamos a nadie, no es el tiempo de los gobiernos neoliberales”.
En conferencia matutina en Palacio Nacional, señaló que su administración “no hay ninguna instrucción para que se espíe a ningún opositor ni a ningún periodista, además ¿para qué vamos a espiar?”
Tras rechazar que su gobierno haya incurrido en espionaje, a pregunta directa de un medio de comunicación sobre el caso de un defensor de derechos humanos y dos periodistas, explicó espiar “es un acto de deshonestidad y falta de principios”.
López Obrador, también destacó que gracias a las labores de inteligencia que se realizan en su administración, fue posible salvar la vida del jefe de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, quien enfrentó un atentado en junio de 2020, con un saldo de dos escoltas fallecidos y más de 400 disparos contra el vehículo que lo trasladaba.
Insistió en “les tengo confianza a los mandos, porque saben muy bien que está prohibido el espionaje, no somos iguales”, y destacó que el espionaje “tiene que ver con la persecución política, con limitar las libertades, con amenazar, intimidar y reprimir a los opositores, lo que padecimos durante años”.
En el Salón Tesorería, López Obrador subrayó que la labor de inteligencia, a diferencia del espionaje, “tiene que ver con los métodos para prevenir actos de sabotaje, de crímenes, porque el Estado tiene como propósito proteger a las personas, a todos, y para eso se requiere inteligencia”.