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En una nueva requisa en la Penitenciaría del Litoral, la cárcel más peligrosa de Ecuador, cientos de policías y militares encuentran armas, explosivos y narcóticos, informó el viernes la Fiscalía.
En su cuenta de la red social X, antes Twitter, precisó que los uniformados localizaron “fusiles, bombas, granadas, explosivos, dinero en efectivo y droga al interior de las oficinas de la Secretaría de Atención de Privados de Libertad” de esa prisión. No informó si hay empleados civiles involucrados.
La publicación está acompañada de fotografías de cajas donde se observan esos elementos, así como aparatos de aire acondicionado, ventiladores y electrónicos pertenecientes a los internos. También se ve a militares con armas largas y a cientos de presos sentados en el suelo.
La víspera en una operación similar realizada por alrededor de 3 mil policías y militares se localizaron en el interior del penal armas y municiones, una piscina con decenas de peces comestibles, granjas de pollos y patos y 15 perros.
Ese centro carcelario ubicado en la ciudad portuaria de Guayaquil, 270 kilómetros al suroeste de la capital, fue intervenido gracias a un estado de excepción declarado por 60 días en todas las cárceles del país.
La Penitenciaría del Litoral fue escenario entre el 22 y el 23 de julio de enfrentamientos entre reclusos armados con fusiles, metralletas, pistolas y otras armas, entre ellas un lanzagranadas, que dejaron un saldo de 31 fallecidos y 14 heridos y la retención de más de 100 custodios penitenciarios en el resto de las cárceles del país, de acuerdo con un informe de la fiscalía.
Hace casi dos años en el mismo lugar un brutal enfrentamiento entre presos de diferentes pabellones dejó 119 muertos.
La Penitenciaría del Litoral está ubicada dentro de un complejo de prisiones en Guayaquil y tiene capacidad para 9 mil 500 reclusos, aunque hasta el primer trimestre de este año sobrepasaba ese número por casi 3 mil reos.
El gobierno del presidente Guillermo Lasso ha atribuido la creciente violencia que azota a las cárceles y a casi todo el país a la disputa entre bandas criminales por el control de las rutas locales e internacionales para el tráfico de drogas.