EFE
El Gobierno Federal abrió un albergue para 300 migrantes en la frontera norte de México, a solo unos metros del centro del Instituto Nacional de Migración (INM), en Ciudad Juárez, Chihuahua, en el que murieron 40 migrantes tras un incendio registrado el pasado 27 de marzo.
En medio de la ola migratoria récord, el refugio recibirá familias canalizadas por el Grupo Beta, que es una fuerza especial del INM para localizar, rescatar y auxiliar a migrantes.
Santiago González Reyes, director de Derechos Humanos del municipio de Juárez, dijo que el INM financiará dicha instalación, aunque estará a cargo del Ayuntamiento.
“Es un campamento, el cual tiene la función de acopiar o ir juntando a las personas que se encuentran en movilidad, principalmente familias. Está siendo patrocinado a cuenta del INM y está siendo administrado por el municipio con participación de distintas instancias”, describió.
El campamento-albergue consta de cuatro carpas, área de lavaderos, tinacos, un pozo de absorción, duchas con agua caliente, comedor y otros servicios como consultorio médico.
Sin embargo, el refugio ha causado polémica debido a que está a solo 200 metros de la estación del INM que se incendió hace siete meses, donde fallecieron
40 migrantes y otros 27 resultaron heridos, en un hecho que El Salvador tachó de “crimen de Estado” y que sigue impune.
Tras el incendio, el Gobierno de México cerró de forma definitiva el centro y suspendió las estancias provisionales para migrantes.
Aun así, los funcionarios justificaron la necesidad del albergue en ese lugar por el arribo inédito de extranjeros, con hasta 10 mil personas que llegan a diario a la frontera de México con Estados Unidos, según el presidente, Andrés Manuel López Obrador.
“La idea es tener un lugar donde las familias puedan ser canalizadas, en el lugar van a durar aproximadamente una semana, y de aquí se enviarán a otros espacios mejor establecidos, con mejores servicios, donde se le pueda dar seguimiento a su proceso migratorio”, comentó González Reyes.
El secretario del ayuntamiento de Juárez, Héctor Rafael Ortiz, aseguró que es parte de la estrategia acordada entre los tres niveles de Gobierno de México y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, en inglés) el mes pasado.
“Es para las personas que vengan en el tren o entrando a Juárez y los van a trasladar el INM, es parte de los acuerdos que se tomaron el 22 de septiembre”, apuntó el funcionario municipal.
Vehículos de la Policía Municipal y del INM patrullan desde hace una semana el fronterizo río Bravo para disuadir a migrantes de cruzar.
El secretario del Ayuntamiento aseveró que este campamento será un lugar seguro para pasar la noche.
“No es igual que a un albergue, que tiene otra naturaleza y otros. Esto es un espacio para que ellos puedan tener un lugar donde hacer sus necesidades básicas, tener limpieza, cocinar, va a haber internet porque a ellos les interesa”, indicó Ortiz.