La agencia Fitch Ratings ratificó la calificación soberana de México en un nivel de ‘BBB-’ con perspectiva estable, ante un marco macroeconómico estable y disciplina fiscal.
“La calificación está limitada por indicadores de gobernanza débiles, un registro de rendimiento de crecimiento a largo plazo moderado y riesgos fiscales relacionados con el aumento de la rigidez presupuestaria y los pasivos contingentes de Pemex”, destacó la agencia en un reporte.
Fitch espera que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) alcance el 3.4 por ciento en 2023, así como también una desaceleración de hasta 2.4 por ciento en 2024.
Desde su perspectiva, la economía mexicana continuará beneficiándose por la llegada de empresas extranjeras, un fenómeno conocido como nearshoring, y por una solidez en el consumo de la población.
De igual forma, descartó algún impacto económico por el próximo periodo electoral presidencial en 2024. Por el lado político, precisó, podría darse un impacto limitado si Morena continúa en el poder.
“Fitch no prevé una gran interrupción política durante el ciclo electoral que pueda afectar negativamente a las perspectivas de crecimiento para 2024. Fitch anticipa un cambio de política limitado si Morena gana las elecciones presidenciales, aunque todavía hay una visibilidad limitada en la agenda política real”, añadió la calificadora.
Las agencias calificadoras son compañías privadas que evalúan la capacidad de pago de una empresa, gobierno o país. Dependiendo de su solvencia financiera entre otros factores económicos, emiten una calificación que sirve como referencia para otras entidades.
De esta manera, entre peor sea la calificación de un gobierno u organismo, le será más complicado acceder a un financiamiento o podrá ser acreedor, pero en condiciones muy restrictivas.
