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Al menos 34 personas fallecieron, en su mayoría niños, luego de un alud de tierra el viernes en una comunidad indígena del noroeste de Colombia, según un balance actualizado del gobierno difundido este sábado.
“Lamento profundamente el fallecimiento de 34 personas en esta tragedia, en su mayoría niñas y niños, según informes preliminares desde el territorio”, escribió en la red social X, la vicepresidenta Francia Márquez quien detalló que los muertos en su mayoría eran “niñas y niños”, citando informes preliminares. “Toda nuestra solidaridad con el departamento del Chocó y las familias de las víctimas”, escribió.
Más temprano las autoridades habían registrado 23 muertos y 20 heridos y, en la noche del viernes calculaban unos 30 atrapados bajo los escombros que cerraron la vía que conduce de la ciudad de Medellín a Quibdó (noroeste).
“Toda la ayuda disponible al Chocó en esta horrible tragedia”, escribió el viernes en la red X el presidente Gustavo Petro. Desde hace más de 24 horas diluvia en esa región pegada al Pacífico, donde está una de las selvas más lluviosas del mundo.
Imágenes compartidas en redes sociales y en canales de televisión muestran el momento en que un pedazo de montaña se desprende y sepulta una fila de automóviles, mientras se escuchan gritos.
Según el alcalde de Carmen de Atrato, Jaime Herrera, las víctimas formaban parte de familias que viajaban de regreso a casa, después de la temporada de vacaciones.
“En las primeras horas de la mañana, se adelantaron inspecciones a 17 cadáveres que fueron trasladados desde el lugar de la tragedia” a Medicina Legal (forenses) de Medellín de los cuales tres ya fueron identificados, indicó la gobernación del Chocó en un boletín.
El deslave ocasionado por las fuertes lluvias se produjo el viernes en la tarde en una carretera que comunica a las ciudades de Quibdó y Medellín, en inmediaciones al municipio de Carmen de Atrato, en el selvático departamento del Chocó.
Inicialmente se había informado de 17 fallecidos, pero la cifra ha venido creciendo en las últimas horas a medida que avanzan los esfuerzos de rescate, mientras que otras 35 personas eran reportadas con lesiones.
Socorristas de la Cruz Roja, la Defensa Civil y efectivos de las Fuerzas Militares viajaron a la zona de la avalancha para participar en las labores de búsqueda y rescate.
La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) coordina la atención de la emergencia que provocó el cierre de la carretera.