Para exigir la salida de los mandos de seguridad que permiten el “cobro de cuotas” por parte de miembros de la delincuencia organizada; reos de los Penales del Topo Chico y de Apodaca se amotinaron la tarde de este viernes.
Decenas de internos tomaron de nueva cuenta los techos del centro penitenciario más antiguo de Nuevo León, enclavado en el sector San Bernabé al norte de Monterrey.
En las mantas que portaban, exigían la salida de “Rosa” Manuela Félix Valles, quien se desempeña como Comisaria de los tres penales de Nuevo León y en contra del Jefe de Seguridad, Genaro Sánchez Vázquez.
Tras la presencia de los reos en los techos del inmueble ubicado en la zona desde el año de 1943; se mantiene una intensa movilización policial, militar y federal en la zona, para evitar que los disturbios afecten a la población que reside en los alrededores.
Desde la Avenida Penitenciaría se podía observar a los internos protestando en el techo de uno de los ambulatorios, mientras que de manera extraoficial trascendió que la protesta de las mujeres recluidas en el centro penitenciario se llevó a cabo desde sus ambulatorios.
La Comisaria, cuenta con antecedentes en la Agencia de Administración Penitenciaria en la que laboró del año 2008 al 2010; bajo el mando de Ernesto García Guerrero.
En ese período además de recibir denuncias por abusos, por lo que fue dada de baja en dos ocasiones, (2011 y 2012). Cabe destacar que durante su estancia en el sistema penitenciario se registró la liberación de Gabriela Muñiz Támez, “La Guera”, quien posteriormente fue encontrada colgada en un puente kilómetros más adelante del reclusorio.
Además, en ese tiempo ocurrió la masacre de 43 internos y la fuga de otros 30 del Penal de Apodaca durante el año 2012.
Trascendió que ni Genaro Sánchez quien ingreso en el año 2017 ni Félix Vázquez contaban con “su pase” de las pruebas de control y confianza.
Hasta el momento, los cuerpos de seguridad cerraron las avenidas Penitenciaria, Rodrigo Gómez, Aztlán y Palacio de Justicia.
Esta es la segunda movilización que se registra en el Cereso del Topo Chico en lo que va del 2018, la primera se registró el 13 de enero cuando dos reos aparecieron muertos a cuatro días de ingresar al lugar.
