El mariscal de campo de los Green Bay Packers, Aaron Rodgers declaró este miércoles que ha estado jugando con una fractura en su dedo pulgar de la mano derecha.
La lesión de Rodgers ocurrió el 9 de octubre en un intento de pase en la última jugada ante los New York Giants, partido que los Packers perdieron por 27-22.
Su equipo no lo ha puesto en la lista de lesionados y el quarterback no había comentado de manera pública que su dedo estuviera fracturado.
“Solo sé que en el vuelo de regreso a casa estaba adolorido”, afirmó Rodgers. “De hecho ni siquiera me hicieron una radiografía, porque iba a seguir jugando, sin importar lo que las imágenes mostraran”.
Rodgers no ha perdido acción en el terreno, pero sí ha tenido entrenamientos limitados, ahora con el tiempo que ha tenido de descanso, el mariscal afirma sentirse mejor de cara al partido ante los Philadelphia Eagles.