AFP
La explosión de una bomba el viernes en una de las mayores mezquitas del oeste de Afganistán causó la muerte de al menos 18 personas, entre ellas un influyente imán que había pedido decapitar a quienes cometieran “el más mínimo acto” contra el gobierno.
Imágenes publicadas en Twitter muestran lo que parecían ser cuerpos manchados de sangre esparcidos por la mezquita de Gazargah, en la ciudad de Herat.
Desde que los talibanes volvieron al poder el año pasado la violencia ha disminuido, pero varios atentados, dirigidos a comunidades minoritarias, han sacudido el país en los últimos meses, muchos de ellos reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
Al menos 18 personas murieron y 23 resultaron heridas en la explosión del viernes, dijo Hameedullah Motawakel, portavoz del gobernador de la provincia de Herat, en un mensaje a los medios.
El portavoz del gobierno, Zabihullah Mujahid, confirmó que Mujib ur Rahman Ansari, el imán de la mezquita, estaba entre los fallecidos.
“Un erudito religioso fuerte y valiente de este país murió como mártir en un brutal ataque”, afirmó en Twitter.
Ansari era un influyente clérigo conocido por sus virulentos discursos. En julio, durante un encuentro religioso en Kabul, defendió a los nuevos gobernantes talibanes de Afganistán.
“Quienquiera que cometa el más mínimo acto contra nuestro gobierno islámico debe ser decapitado”, dijo. “Esta bandera [de los talibanes] no se ha levantado fácilmente, y no se arriará fácilmente”, dijo entonces.
Antes de que los talibanes volvieran al poder en agosto del año pasado, Ansari era conocido por sus diatribas contra los anteriores gobiernos, respaldados por Estados Unidos.
Se trata del segundo clérigo protalibán que muere en una explosión en menos de un mes, después de que Rahimullah Haqqani falleciera en un ataque suicida en su madrasa de Kabul.
Haqqani era conocido por sus violentos discursos contra el EI, que posteriormente reivindicó su muerte. También se había pronunciado a favor de permitir a las niñas asistir a la escuela secundaria, a pesar de que el gobierno les prohíbe asistir a clase en la mayoría de las provincias.
Varias mezquitas de todo el país han sido objeto de ataques en lo que va de año, algunos de ellos reivindicados por el EI.
El 17 de agosto, al menos 21 personas murieron y decenas resultaron heridas cuando una explosión destruyó una mezquita llena de fieles en Kabul.
El EI atenta principalmente contra comunidades minoritarias, como los chiitas, los sufíes y los sijs.
Aunque el EI es un grupo islamista de confesión sunita, como los talibanes, ambos son rivales y difieren mucho en cuanto a su ideología.
Según el gobierno, el EI ha sido derrotado pero los expertos aseguran que el grupo es el principal reto de seguridad para los nuevos responsables islamistas del país.