AFP
Las autoridades iraníes anunciaron el viernes el arresto de varios extranjeros en el marco del movimiento de protesta desatado por la muerte de una joven que había sido detenida por la policía de la moral.
Decenas de personas murieron en las manifestaciones que empezaron tras la muerte el 16 de septiembre de Mahsa Amini, una kurda iraní de 22 años, tres días después de ser arrestada por no llevar correctamente el velo, según el estricto código de vestimenta impuesto a las mujeres en la República Islámica.
El poder, que niega cualquier implicación de las fuerzas de seguridad en la muerte de la mujer, tildan a los manifestantes de “alborotadores” y han dado cuenta de centenares de arrestos.
En un comunicado, el Ministerio iraní de Inteligencia anunció la detención de “nueve ciudadanos de Alemania, Polonia, Italia, Francia, Países Bajos, Suecia, etc.”. Según la institución, fueron arrestados “en el lugar donde se producían disturbios en los que estaban implicados”.
Desde el inicio de las manifestaciones, las autoridades iraníes acusan a las fuerzas del extranjero, entre ellas Estados Unidos, de atizar estas protestas.
En la ciudad de Ahvaz, en el suroeste, las fuerzas de seguridad lanzaron gas lacrimógeno para dispersar a la multitud, que gritaba lemas antigubernamentales, según un video difundido por Iran International, una televisión persa con sede en Londres.
En Zahedán, en el sureste del país, hombres armados abrieron fuego contra una comisaría de policía, según la televisión estatal, que precisó que varios policías y transeúntes resultaron heridos.
Multitudes han sido vistas “gritando lemas y afrontando las fuerzas de seguridad” en todo el país, sobre todo en las grandes ciudades como Teherán, Isfahán y Yazd (centro), según la página de información Iran Wire, de periodistas iraníes en el exterior.
En la ciudad de Mashhad (noreste), se produjeron enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes, que les lanzaban piedras y gritaban: “¡Mataremos a quien sea que mató a mi hermana!”.
Desafiando a las autoridades, las mujeres quemaban sus velos y se cortaban el pelo, en las manifestaciones más importantes desde 2019.
Cineastas, deportistas, músicos e intérpretes iraníes expresaron su solidaridad con los manifestantes, incluyendo la selección de fútbol, lo que provocó la indignación de las autoridades, que considera estas protestas “disturbios” que siembran el “caos”.
Según la agencia de noticias iraní Fars, unas 60 personas han muerto desde el inicio de la movilización. La oenegé Iran Human Rights, con sede en Oslo, dio cuenta de al menos 83 fallecidos.
Amnistía Internacional denunció que las fuerzas de seguridad recurren a una violencia “despiadada” y usan balas reales y proyectiles de plomo, golpes y violencia sexual contra las mujeres.
“Las autoridades iraníes han movilizado su aparato represivo bien organizado para reprimir de forma despiadada las manifestaciones (…) con el objetivo de sofocar cualquier cuestionamiento de su poder”, lamentó la oenegé el viernes.
Las autoridades informaron de más de 1 mil 200 manifestantes detenidos desde el 16 de septiembre. Activistas, abogados y periodistas también fueron arrestados, según las oenegés.
El exfutbolista internacional iraní Hosein Manahi fue detenido el viernes “por haber alentado los disturbios en las redes sociales”, según la agencia de noticias Irna.
Las fuerzas de seguridad también detuvieron al cantante Shervin Hajipour, cuya canción “Baraye” (“Para”), compuesta a partir de tuits de las manifestaciones, se hizo viral en las redes sociales, según el grupo de defensa de los derechos humanos Article 19 y de la prensa persa fuera de Irán.
Según el Comité para la Protección de los Periodistas, con sede en Washington, al menos 29 periodistas fueron detenidos estos días.
En una entrevista con la revista estadounidense Time, una conocida abogada, Nasrin Sotoudeh, declaró que espera que las manifestaciones continúen.
“Lo que quiere el pueblo es un cambio de régimen”, declaró Sotoudeh, galardonada con el premio Sájarov del Parlamento Europeo. La letrada fue condenada a 38 años de prisión, pero actualmente reside en su casa de Teherán por razones médicas.
“Y lo que podemos ver de las manifestaciones y de las huelgas que se están llevando a cabo actualmente representa una verdadera posibilidad de cambio de régimen”, consideró.
Estas son las manifestaciones más importantes acaecidas en la República Islámica desde las de noviembre de 2019, provocadas por la subida del precio del carburante, que fueron duramente reprimidas.
Precisamente, este viernes, un grupo de abogados de internacionales que investigó la represión de las protestas de 2019, acusó al gobierno y a las fuerzas de seguridad iraníes de “crímenes contra la humanidad”.