Britney Spears sigue luchando por su libertad, pues desde hace 13 años su padre, Jamie Spears, se convirtió en su tutor legal, y por lo tanto, tiene en su poder tomar cruciales decisiones que determinan el rumbo de la carrera y vida de la cantante. Mientras su caso sigue disputándose en la corte, la intérprete de “Womanizer” compartió una serie de mensajes a través de su cuenta de Instagram, donde expresó que la tutela “acabó con sus sueños”.
En una de las furiosas publicaciones que realizó en la red social, dijo que “renuncia” a hacer presentaciones en vivo y criticó el control de su padre sobre sus asuntos personales. Sus declaraciones llegan a días de la renuncia de su representante, Larry Rudolph, quien advirtió que Britney Spears tiene la intención de retirarse de manera definitiva.
Durante semanas, la superestrella del pop ha estado suplicando a un juez en Los Ángeles que la libere de la tutela de años gobernada en gran parte por su padre, elevando el interés mundial en su caso y dando pie al movimiento #FreeBritney.
El sábado por la noche recurrió a Instagram en una nueva demostración pública de su enojo. “No actuaré en ningún escenario pronto con mi papá manejando lo que, visto, digo, hago o pienso”, escribió.
En cambio, dijo, compartirá sus propios videos de baile desde su sala de estar, en lugar de desde un escenario en Las Vegas. “No voy a ponerme mucho maquillaje e intentar intentarlo en el escenario de nuevo y no ser capaz de hacer el trato real con remixes de mi canciones durante años”, continuó.
“¡Renuncio!”, escribió Spears, que saltó a la fama en su adolescencia y sufrió un colapso muy público en 2007, cuando la estrella atacó el automóvil de un paparazzi en una estación de servicio.
Al año siguiente, un tribunal de California la colocó bajo una tutela legal única, controlada por su padre. Britney Spears volvió rápidamente a actuar después de eso, lanzó tres álbumes, apareció en varios programas de televisión y se estableció en la residencia de Las Vegas a la que hizo referencia en la publicación de Instagram.
Pero en enero de 2019, anunció abruptamente que suspendería sus actuaciones hasta nuevo aviso. Y el mes pasado, la cantante hizo una súplica para que su situación cambiara, alegando que le habían impedido quitarse el DIU anticonceptivo, a pesar de querer más hijos, y que le administraron a la fuerza medicamentos que la hacían sentir “borracha”.
Spears dijo que la habían obligado a hacer shows bajo amenaza de demanda y que ni siquiera se le permitió cambiarse en privacidad o conducir su propio automóvil.
“¡Mi supuesto sistema de apoyo me lastimó profundamente! Esta tutela mató mis sueños… así que todo lo que tengo es esperanza y la esperanza es lo único en este mundo muy difícil de matar… sin embargo, ¡la gente todavía lo intenta!”, escribió el sábado.