Las frecuentes disputas que han marcado los últimos meses en la vida de Alfredo Adame han suscitado inquietudes tanto en su círculo cercano como entre los usuarios de redes sociales, quienes le han sugerido que busque ayuda psicológica.
A pesar de que, a inicios de este año, negó tener problemas de ira y rechazó la idea de someterse a terapia, el reconocido actor confesó recientemente que sí consultó a una profesional, amiga de su familia, quien le diagnosticó una enfermedad mental.
En una entrevista con Matilde Obregón, publicada en YouTube, Adame dijo padecer un trastorno obsesivo-compulsivo, que lo lleva a experimentar angustia frente a los problemas y a repetir mentalmente situaciones como si fueran una película.
“Mi psiquiatra es una de las más prestigiosas. Después de seis semanas de estar yendo con ella me dijo ‘tu problema es que eres víctima de tu propio éxito. Todo el asunto es que la gente te critica. Tú no tienes nada (me dijo). Lo único que yo tengo es un TOC”, explicó el famoso.
El presentador de televisión compartió cómo este trastorno afectó su bienestar, especialmente durante un periodo en el que enfrentó problemas fiscales con Hacienda, lo que desencadenó episodios de ansiedad.
Según Adame, su psiquiatra le recetó clonazepán en gotas durante tres meses, y experimentó una notable mejoría: “No era nada. Se me quitó todo ese rollo”, aseguró, por lo que decidió dejar de asistir a las consultas.
En marzo de este año, su hijo, Sebastián Adame Banquells, dijo a los medios que su padre había sido tratado por el psiquiatra años atrás, pero que no siguió adecuadamente el tratamiento indicado. Esta mala administración pudo haber contribuido a problemas de salud más graves para el actor.
De acuerdo con su versión, “le diagnosticaron algo. Le mandó unas gotas que se tenía que tomar y él, en su necedad, dejó de tomárselas, luego se aumentó la dosis, luego las cortaba y seguía. Al parecer, eso fue lo que le causó que se le agrandara todo lo que tiene”, explicó a De Primera Mano en ese momento.