El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell confirmó la mañana de este viernes el primer caso de ómicron, la nueva variante de COVID-19, en México.
En su cuenta de Twitter, el funcionario precisó que se trata de una persona de 51 años proveniente de Sudáfrica. Dijo que tiene enfermedad leve y voluntariamente se internó en un hospital privado en la Ciudad de México para evitar contagiar.
“Su pronóstico de recuperación es favorable”, apuntó.
En la semana, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, remarcó que la llegada de la variante a México sucedería y criticó las restricciones de viajes implantadas por algunos países.
“Ómicron no ha demostrado ser ni más virulenta, ni más transmisible, no se ha demostrado que sea más grave, la vacunas siguen siendo vigentes, las pruebas PCR siguen detectando a esta variante”, dijo el martes pasado.
Los primeros casos de la cepa, denominada como de preocupación por la OMS hace menos de una semana, fueron detectados en Sudáfrica
“Todavía no sabemos mucho sobre esto. Lo que sí sabemos es que esta variante tiene un gran número de mutaciones, y la preocupación es que cuando hay tantas mutaciones puede tener impacto en cómo se comporta el virus”, dijo Maria Van Kerkhove, líder técnica de la OMS en COVID-19.
Precisamente esa cantidad de mutaciones en ómicron hizo que directivos de Moderna contemplaran un escenario nada alentador: que se requieran nuevas vacunas COVID.
“La cantidad de mutaciones en este virus es sorprendente”, dijo el cofundador Noubar Afeyan en una entrevista de Bloomberg Television.
El director ejecutivo Stephane Bancel, en una entrevista con el Financial Times, predijo una “caída sustancial” en la eficacia de las inyecciones existentes y redujo las expectativas de que las nuevas inyecciones podrían estar listas pronto.
