El Pentágono está planeando lanzar un programa que filtraría las redes sociales del personal militar en busca de “material extremista”, buscando retener a una empresa privada para que haga las excavaciones a fin de eludir las protecciones de la Primera Enmienda, según un informe.
Los documentos internos del Departamento de Defensa revisados por The Intercept revelan que el obispo Garrison, un asesor principal del secretario de Defensa Lloyd Austin, encargado de abordar el “extremismo” en las fuerzas armadas, está actualmente en el proceso de diseñar un programa de detección de redes sociales que monitorearía “continuamente” para “comportamientos preocupantes”.
En el pasado, el Pentágono ha evitado vigilar a los miembros debido a las protecciones de la Primera Enmienda, así como a otras preocupaciones de privacidad. Este programa, según el medio, citando a un alto funcionario del Pentágono, dependerá de una empresa privada para evitar ser acusado de eludir las restricciones de la Primera Enmienda por medio del monitoreo del gobierno.
Varios miembros del gabinete del presidente Biden han hecho que abordar el “extremismo” dentro del gobierno federal sea una prioridad a raíz de los disturbios del 6 de enero en el Capitolio. Austin llegó a ordenar una “retirada” de 60 días de todo el ejército estadounidense en febrero para permitir que los comandantes abordaran la amenaza.