Reuters
Los periodistas sufren una “escalada de violencia” en México, condenó este martes Human Rights Watch, que llama al gobierno a tomar medidas para protegerlos.
“La escalada de violencia contra los periodistas en México está socavando gravemente la libertad de prensa”, denuncia HRW en un comunicado, coincidiendo con el Día Mundial de la Libertad de Prensa.
Ocho periodistas han sido asesinados en lo que va de 2022 en México, lo que convierte al país en el segundo con más muertes después de Ucrania, donde al menos 12 han muerto cubriendo la guerra, según Committee to Protect Journalists.
Al menos 33 periodistas han perdido la vida debido a su trabajo desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador asumió el cargo en diciembre de 2018, según el grupo de libertad de prensa Artículo 19.
“Este año va camino de ser el más mortífero para los periodistas en México”, advirtió Tyler Mattiace, investigador para las Américas de HRW.
López Obrador “no solo ha fallado en abordar la violencia contra los medios, sino que ha utilizado sus ruedas de prensa matutinas diarias para hostigar e intimidar a los periodistas”, añade.
México es considerado uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo y pocas veces se juzga a los culpables de estos crímenes.
De las 105 investigaciones sobre homicidios de periodistas realizadas por la Fiscalía Federal Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), desde su creación en 2010, solo seis han conducido a condenas por homicidio.
El gobierno mexicano ha mostrado los nombres y las fotos de las personas a las que acusa del asesinato de periodistas. Algunas han sido detenidas, pero aún no han sido juzgadas ni condenadas y, en ocasiones, no han comparecido ante un juez, denuncia la oenegé.
HRW acusa al presidente mexicano de haber “adoptado una actitud hostil” hacia los periodistas independientes, por mostrar nombres e información personal sobre algunos de los que son críticos con su política.
México dispone de mecanismos de protección para periodistas, con sistemas de cámaras, botones de pánico o protección policial, pero Human Rights Watch afirma que no satisfacen las necesidades, pese a que desempeñan un papel importante.
El gobierno mexicano prevé reformar este sistema de protección.