Atlas es el nuevo campeón del futbol mexicano. Tras siete décadas de amarguras, tristezas, burlas, la mala racha se rompió y hoy el rey es rojinegro.
Sin duda, la que jugaron Atlas y León fue una Final histórica, llena de emociones, sí por todo lo que había de por medio, pero también porque lo que ambos equipos dieron en el terreno de juego fue de aplaudirse; sin embargo, lo que ambas aficiones dieron resultó grandioso, sobre todo la rojinegra, que ayer abarrotó su casa y desde horas antes del juego y durante el mismo, hacía que la piel se enchinara en todo momento. Fue inolvidable, el Estadio Jalisco temblaba por la euforia de su gente.
Y los Zorros se mostraban deseosos de devolverle a su gente lo mucho que les han dado, y sí, tuvieron tres opciones claras, pero la pelota se negó a entrar. Mientras La Fiera se mantuvo cuidando la ventaja que sacó de la Ida (3-2).
Arrancó la segunda mitad y todo estaba igual. La gente desbordada en apoyo, el León cuidando lo suyo y Atlas insistiendo, y a los 55 minutos el esfuerzo dio frutos con un tiro de Aldo Rocha empató el marcador global, pero generó dudas de si estaba o no adelantado, por lo que el árbitro Marco Ortiz acudió al VAR, y luego de revisar, decretó el gol.
Transcurrió el tiempo y León seguía sin dar resultados y Atlas seguía intentando, y lo peor es que Edgar Zaldívar desperdició una de las más claras y que pudo darle el título a su equipo, y es que era más fácil fallarla que anotarla, y lo hizo.
El campo se volvió una locura, y luego del gol, la molestia en los Leones aumentó, la banca reclamó y acabó expulsando a Jean Meneses (en el banquillo), luego a Emmanuel Gigliotti. El León se quedó con un hombre menos.
El marcador global estaba 3-3 y hubo que jugar tiempos extra, pero tampoco se resolvió nada y llegaron los penaltis. Por el León tiraron Elías, Navarro, Mena, Tesillo y Montes. Erraron Navarro y el ‘Chapito’.
Y por parte de los Zorros cobraron Angulo, Rocha (quien falló), Zaldívar, Trejo. El último penalti rojinegro no podía ser de otra manera, llegó el turno de Julio Furch, y el delantero lo hizo impecable, y con eso borró los 70 años de sequía, pues Atlas volvió a saborear una copa.