02 de agosto de 2024
La diputada Jessica Martínez Martínez ha lanzado una propuesta de reforma al artículo 331 del Código Penal en Nuevo León con el fin de que el aborto sea legal y seguro. La iniciativa busca despenalizar el aborto en particular en los casos en que el feto presente alteraciones genéticas o congénitas, así como en aquellos embarazos que resulten de una inseminación artificial no consentida.
“Lo que se busca es añadir a las causales ya existentes en el Código Penal del Estado de Nuevo León, para que se pueda efectuar el aborto cuando el producto o los productos presenten alteraciones detectables, así como cuando se hayan concebido sin el consentimiento de la persona gestante”, explicó la legisladora durante la presentación de su iniciativa.
Martínez destacó que, actualmente, 18 estados en México excluyen la acción penal cuando el aborto se realiza debido a alteraciones congénitas o genéticas, y 17 estados hacen lo propio cuando el producto ha sido concebido mediante inseminación no consentida. Subrayó que la normativa estatal está siendo rebasada por el contexto social actual y que las políticas en esta materia no deben tener un enfoque punitivo, sino centrarse en el cuidado de la salud.
La diputada puntualizó que diariamente los hospitales del sector público en Nuevo León han enfrentado un creciente número de peticiones de aborto por parte de personas gestantes cuyos productos presentan diagnósticos de alteraciones genéticas o fueron concebidos sin su consentimiento. Resaltó que, con la falta de acción penal en estos casos, es imperativo atender esta necesidad social urgente y brindar soluciones legales y seguras para situaciones delicadas que enfrentan las personas gestantes.
