- Afecta aproximadamente a hombres mexicanos entre los 40 y 70 años de edad que la padecen.
- Romper falsas creencias respecto al ejercicio y disfrute de la sexualidad, además el acompañamiento de las parejas es fundamental en el tratamiento de este padecimiento.
Después de los 40 años, uno de cada dos hombres podría tener disfunción eréctil generalmente relacionada con un problema físico, lo que quiere decir que a mayor edad puede aumentar la probabilidad de padecerla.
Aunque no es exclusiva de este de grupo, ya que existen casos de varones de 18 a 20 años que pueden sufrirla alguna vez, destacó el urólogo Francisco Patrón Escalante, adscrito al Hospital Regional “1° de Octubre” del ISSSTE.
En el marco de la campaña “Febrero, mes de la salud del hombre 2018”, el especialista explicó que la disfunción eréctil es la dificultad para iniciar o mantener las erecciones y tener una relación sexual completamente satisfactoria.
Sus causas pueden ser psicológicas o físicas entre las que se encuentran problemas circulatorios y hormonales, donde la diabetes se ubica como la enfermedad crónico degenerativa que puede producirla con mayor frecuencia.
“Los pacientes diabéticos pueden perder la capacidad de generar erecciones si no se tratan adecuadamente, debido a los daños vasculares y neurológicos que produce”, explicó el especialista.
La disfunción eréctil asociada a la diabetes afecta aproximadamente a un 55 por ciento de los hombres mexicanos entre los 40 y 70 años de edad que la padecen.
Así también a ella se suman enfermedades renales, cardiovasculares e hipertensión arterial, el cáncer de próstata y cirugías de columna. El tabaquismo y el consumo de alcohol también pueden afectar el desempeño sexual en los varones.
“Cuando un paciente viene a consulta con disfunción eréctil se le aplican diversos estudios y análisis para conocer si tiene alguna enfermedad crónica que no haya sido detectada oportunamente; se revisa si tiene alteraciones en los niveles de colesterol y triglicéridos; se aplican estudios hormonales para conocer si no tiene deficiencia de testosterona, y en relación a lo que encontremos se le brinda un tratamiento adecuado principalmente con Sildenafil”, explicó el especialista.
Aunado al tratamiento médico, es indispensable brindar al derechohabiente apoyo psicológico. “Es muy importante que, una vez que inicia la terapia, la pareja esté enterada para que pueda ayudar al paciente a través de la comunicación, confianza y estimulación.
Si no hay una buena relación de pareja eso también puede condicionar el problema; si se trata de un pareja estable, fomentar los lazos emocionales es fundamental en el proceso”.
En cuanto a la cultura de la salud sexual, el especialista dijo que en ocasiones a los hombres les cuesta hablar de este tema por falta de información adecuada, “ya que los hombres creen que no deben fallar, si fallan les debe dar vergüenza, y si ocurre se tensionan más, se ponen nerviosos y pueden presentar ‘ansiedad de desempeño’, con lo que se bloquea más la erección.
Esto se convierte en un círculo vicioso y crea inseguridad”, detalló.
El estrés y la depresión también pueden ocasionar disfunción eréctil, por lo que si se presentan estas afectaciones emocionales es importante que busquen apoyo médico y psicológico en su Clínica de Medicina Familiar del ISSSTE.
Desde el punto de vista de la Organización Mundial de la Salud (OMS) “la salud sexual es un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad.
Requiere un enfoque positivo y respetuoso, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia”, por lo que su disfrute tanto para hombres como para mujeres es un componente es esencial de vida.