AFP
Ecuador vive este jueves con cortes de electricidad de hasta 13 horas, una medida provocada por la reducción de la energía hidroeléctrica generada debido a la sequía y que llevó al Gobierno a pedir, sin mucho éxito, que se suspendieran las jornadas laborales.
Los embalses registran niveles de almacenamiento alarmantes en vísperas de la celebración de un referéndum vinculante sobre las medidas que plantea el presidente Daniel Noboa para tratar de atajar la creciente violencia ligada al narcotráfico.
El movimiento en las grandes estaciones de transporte urbano de Quito era el usual, a pesar del pedido del Gobierno. Los autobuses partían hacia varios puntos de la capital sorteando la falta de semáforos en algunos sectores, donde desde las 07H00 locales (12H00 GMT) se había suspendido el servicio eléctrico.
Los cortes se iniciaron el domingo sin aviso, por periodos más cortos, pero se han ido alargando con el paso de los días.
“Ayer me quitaron desde las ocho hasta las once (de la mañana) y es el tiempo que se necesita para trabajar. Hoy con ocho horas (de suspensión) va a ser peor, nos afecta un montón”, dice a la AFP Segundo Guacho.
El hombre de 45 años es propietario de un negocio de alquiler de computadoras en el centro de Quito y sostiene que en tres días ha perdido cerca de 200 dólares de ingresos por la interrupción del servicio.
El Ejecutivo suspendió estos jueves y viernes la jornada laboral en los sectores público y privado, así como las clases, tras anunciar que los embalses Mazar (el más importante) y Paute, ambos en el sur andino, están en “condiciones críticas” al registrar niveles de almacenamiento de 0 por ciento y 4 por ciento, respectivamente.
El caudal en la mayor central hidroeléctrica, Coca Codo Sinclair (norte amazónico), con capacidad de generar 1.500 MW de potencia para cubrir 30 por ciento de la demanda nacional, es un 60 por ciento del promedio histórico.
El gobierno aseguró que este domingo, cuando cerca de 13.6 millones de ecuatorianos están llamados a las urnas, “no va a haber apagones”. El principal eje de la consulta es el combate al crimen organizado que desangra al país.
“Gran parte del sacrificio que estamos haciendo el día de hoy los ecuatorianos y el día de mañana y el día sábado es para (…) garantizar que se den las elecciones porque lo que está en juego en la consulta es la seguridad nacional”, dijo este jueves el secretario de Comunicación, Roberto Izurieta, al canal Teleamazonas.
Noboa declaró el martes la emergencia en el sector eléctrico y pidió la renuncia de la entonces ministra de Energía, Andrea Arrobo, luego de intempestivos racionamientos que empezaron el domingo.
Además denunció un “sabotaje” en el área eléctrica como una de las causas de los cortes, así como de los efectos del calentamiento global.
Las alertas sobre la crisis energética “no se dieron a tiempo”, se quejó Izurieta.
El gobierno considera esto una “arremetida” de sus enemigos políticos de cara a la consulta popular con la que busca dar, por ejemplo, luz verde a la extradición de connacionales y aumentar las penas por delitos del crimen organizado.
Los ciudadanos se quejaban este jueves por la desorganización en los cortes, pues no se cumplen los horarios establecidos por las empresas eléctricas y ha habido suspensiones imprevistas.
Segundo Guacho dice a la AFP que está preocupado y su plan, en caso de que la emergencia se extienda, es buscar un préstamo para comprar un generador eléctrico que le permita seguir con su negocio.