Por Pedro García
El fin sexenal obradorista será casi de ensueño para cualquier financiero de élite, es decir, los que toman decisiones, por ejemplo, el mexicano Jaime Serra Puche, recordado por el fatídico “error de diciembre” cuando tuvo que devaluar el Peso, apenas sentándose en la silla de la Secretaría de Hacienda.
Si bien los vientos, las consecuencias de su decisión, le valieron problemas a su fama en el servicio público, es probable que sus capacidades fueron nuevamente reconocidas, de suerte que ahora preside, ni más ni menos, que el Consejo de Administración del banco español BBVA.
Véase que dicha empresa financiera pasa por un periodo de jauja (con el “Jaijo”), lo mismo que sus homólogas, puesto que el año pasado registraron ganancias multimillonarias en México por 236 mil millones de pesos, repitiendo la tendencia en los primeros cuatro meses de 2023, por 92 mil millones, superior a los 71 mil millones conseguidos en el mismo periodo del 2022.
En reciente reunión con los consejeros regionales de BBVA, Jaime Serra Puche describió el escenario que habrá en México en el fin de sexenio y expuso que es “muy probable” que el país registre un panorama de estabilidad en los campos políticos y económicos (periódico La Jornada).
Casi el paraíso que habría soñado Jaime Serra en diciembre de 1994 cuando acompañó el inicio del sexenio del entonces presidente Ernesto Zedillo aunque, como todos sabemos, las primeras decisiones monetarias derrumbaron integralmente al país y, posteriormente, el propio Zedillo –quien insiste en descalificar al régimen obradorista-, nos administró, de manera grosera, una medicina todavía más amarga: hacer públicas las deudas de particulares, millonarios todos ellos, lo cual cargamos y seguiremos cargando por décadas. El gobierno de AMLO destina cada año poco más de 800 mil millones de pesos de intereses por los pagarés del Fobaproa.
Por ello a Política y Gente le parece relevante la postura discursiva de Jaime “Jaijo” Serra Puche al estimar la situación que habrá en México en las postrimerías del gobierno de López Obrador.
En vía de mientras, nosotros rezamos para que el Peso no se nos caiga o esté colgado de alfileres (eso sí calienta, nos diría AMLO) para que no haya una reedición del inolvidable –por desastroso-, error de diciembre.
