Los abajo firmantes nos oponemos firmemente a la intención expresada recientemente por el Ejecutivo federal de eliminar los órganos autónomos y regresar sus funciones asecretarías del gobierno federal.
La experiencia vivida en México por 70 años nos ha demostrado de sobra que las elecciones no pueden ser manejadas por el Gobierno en turno. La transparencia debe ser garantizada por un árbitro externo, la competencia económica regulada de manera imparcial, las estadísticas manejadas escrupulosamente sin intentos de maquillar la verdad, y las políticas sociales evaluadas con rigor y sin sesgos, entre muchas otras
cosas.
A lo largo de los últimos 30 años, y fruto de un reclamo de la sociedad civil mexicana, se fueron creando órganos autónomos en México, para atender temas en los cuales el gobierno no podía seguir siendo juez y parte. El ejemplo emblemático de esta transformación fue la creación del IFE, ahora INE, para gestionar las elecciones en México.
Gracias a la existencia de este órgano autónomo, se ha podido construir una
democracia que permite la alternancia en el poder de diferentes partidos políticos y que ha permitido que tuviéramos gobiernos del PAN, del PRI y de MORENA en la Presidencia de la República y en el Congreso de la Unión.
