Afp
28 de junio de 2024
La Corte Suprema de Estados Unidos calificó este viernes de constitucionales las leyes que prohíben a las personas sin hogar dormir al aire libre, rechazando los argumentos de que esa práctica equivalía a un castigo cruel.
Un récord de 653 mil 100 personas están sin hogar en todo Estados Unidos, según un recuento de 2023.
El caso abordado por el máximo tribunal se originó en las regulaciones de la ciudad de Grants Pass, en el occidental estado de Oregón, que prohíben acampar o utilizar cualquier tipo de ropa de cama en una propiedad pública. Esa disposición fue tomada después que los parques de la ciudad se llenaran de tiendas de campaña, mantas y cartones.
Quienes la infrinjan se enfrentan a una multa de cien dólares y posibles penas de prisión para los reincidentes.
La decisión de la Corte, tomada por sus seis jueces conservadores con el voto disidente de los tres de la minoría progresista, estipula que la falta de vivienda no es una condición que habilite a nadie a invocar la enmienda constitucional que prohíbe los castigos corporales.
“La Octava Enmienda de la Constitución cumple muchas funciones importantes, pero no autoriza a los jueces federales a arrebatar esos derechos y responsabilidades al pueblo estadunidense y, en su lugar, dictar la política de esta nación para las personas sin hogar”, escribió el juez Neil Gorsuch a nombre de la mayoría.
La Corte Suprema asumió el caso después de que una coalición de estados liderados por republicanos, como Arizona, y dirigentes progresistas como el gobernador de California, Gavin Newsom, se quejaran de que un fallo de un tribunal inferior les impedía abordar la crisis de las personas sin hogar.
El ala conservadora de la Corte Suprema sostuvo durante las discusiones que se trata de un asunto que debe ser resuelto por cada estado y cada ciudad.
Abogados de las personas sin hogar han argumentado que prohibir acampar a gente que no tiene dónde pasar la noche equivale a un “castigo cruel e inusual” sancionado por la Octava Enmienda de la Constitución estadunidense.
“Dormir es una necesidad biológica, no un delito. Para algunas personas, dormir al aire libre es su única opción”, dijo la jueza Sonia Sotomayor, de la minoría progresista.
Grants Pass, un municipio de 40 mil habitantes, carece de refugios públicos para personas sin hogar.
Economistas sostienen que Estados Unidos no dispone de un stock de viviendas suficiente para satisfacer la demanda, lo que impulsa los precios al alza, afectando fundamentalmente a los sectores más pobres y favoreciendo la expansión del fenómeno de los “sin techo”.