La práctica de automedicarse ante la sospecha de cualquier enfermedad, y en particular del COVID-19, puede tener efectos secundarios como la toxicidad, reacciones adversas y cruzadas, y en casos extremos intoxicación o reacciones alérgicas.
Además, el automedicarse puede enmascarar enfermedades, ya que los medicamentos podrían, incluso, eliminar algunos síntomas que tergiversarían el diagnóstico real, lo que no ayuda a la recuperación del paciente y en ocasiones hasta pueden crear dependencia o adicción, explicó el supervisor del Área Médica en la Oficina de Representación del IMSS en Nuevo León, doctor Quetzalcóatl Bonilla Arenas.
En la actualidad, a nivel mundial no existen fármacos específicos contra la infección por SARS-CoV-2, todos los esquemas terapéuticos utilizados se encuentran en fase de investigación, señaló.
El doctor Bonilla Arenas consideró que el mejor tratamiento es aquel que tiene como base una valoración médica integral y que toma en cuenta los antecedentes médicos, comorbilidades, grupo de edad, etapa clínica de la infección por COVID-19, grado de severidad, estudios paraclínicos como marcadores de inflación y estudios de imagen del paciente.
Por todo lo anterior, se exhorta a todo paciente con síntomas a acudir a los Módulos de Atención Respiratoria del Seguro Social (MARSS) en la unidad médica más cercana, o solicitar orientación médica telefónica en la línea gratuita 800 2222 668, que atiende todos los días en un horario de 08:00 a 20:00 horas, incluidos días festivos.
Con las medidas básicas como son sana distancia, uso de cubrebocas, lavado frecuente de manos y aplicación de gel antibacterial, se actúa en la prevención primaria, recordó el médico.
Agregó que se debe acudir a consulta médica ante el primer síntoma, como medida de prevención secundaria más efectiva; si ya cuenta con un diagnóstico médico de sospecha o confirmación para COVID-19, es necesario estar atento a los datos de gravedad, como dificultad para respirar o fiebre persistente por más de cinco días.
