Bajo un sol veraniego de casi llegó a los 30 grados centígrados, se realizaron las primeras elecciones extraordinarias para la alcaldía de Monterrey, en donde los ciudadanos de esta capital elegirán a sus representantes por los próximos tres años.
En esta elección que debería ser una repetición de la anterior del 1 de julio participan Felipe de Jesús Cantú, por el Partido Acción Nacional; Adrián de la Garza Santos, del Partido Revolucionario Institucional, así como Patricio Zambrano, candidato del Partido del Trabajo y que en esta ocasión no tuvo el respaldo de Morena.
También lo hace por primera vez Sandra Pámanes, ex candidata a la dirigencia estatal del PAN y reclutada por Nueva Alianza para que sea la que encabeza la planilla del sector magisterial.
Además Pedro Alejo Rodríguez Martínez, candidato Independiente y Jesús Abascal Ukles, del Partido Red.
Abandonaron la contienda Ana Villalpando, del PRD; Adalberto Madero del Partido Verde e Iván Garza Téllez, del Movimiento Ciudadano.
Hasta las tres de la tarde de este domingo, la jornada electoral había trascurrido sin incidentes, salvo la aparición de siete lonas apócrifas en donde se avisaba a los electores que las casillas no abrirían porque no se completaron los funcionarios de casillas. Sin embargo esto fue desmentido por el presidente de la Comisión Municipal Electoral, Mario Alberto Garza.
Además circularon mensajes en whatsapp en donde se avisaba que algunas casillas no abrirían por falta de funcionarios, por lo que tendrían que ir a votar a la sede de la CEE, en la avenida Madero. Pero esto también fue rechazado por las autoridades electorales.
Cabe mencionar que ya se presentaron varias denuncias ante la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales, pero hasta el momento no se tienen indicios de quién esta atrás de esta guerra sucia que ha tratado de sabotear la elección.
Punto y aparte es que hasta en la sala de prensa de la CEE les falló al disponer de un sistema de calefacción, porque pensaron que haría frío en esta
temporada invernal, pero estamos viviendo unos nada despreciables 30 grados centígrados.
