AFP
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió el martes al gobierno de Israel que no puede seguir presionando para imponer una polémica reforma judicial, ahora en suspenso, que ha provocado meses de protestas sociales y críticas entre los aliados occidentales.
Al igual que muchos fuertes partidarios de Israel, estoy muy preocupado (…) No pueden seguir por este camino y lo he dejado claro, dijo Biden a los periodistas durante una visita al estado de Carolina del Norte.
Esperemos que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, actúe de manera que intente llegar a un compromiso genuino, pero eso está por verse, agregó.
De regreso en Washington, Biden reiteró su preocupación por la situación en Israel, donde los opositores han acusado a Netanyahu de socavar la democracia en su intento de reforzar su propio poder.
Consultado sobre si la democracia de Israel está en un punto de inflexión, una frase que Biden usa con frecuencia para describir el peligro que enfrentan democracias en todo el mundo, dijo: “No sé si están en un punto de inflexión, pero creo que es un lugar difícil para estar y tienen que resolverlo”.
E instó a desistir de imponer la polémica reforma judicial. “Espero que se alejen de eso”, declaró.
Netanyahu y sus aliados ultraortodoxos y de extrema derecha defienden el paquete legislativo con el argumento de que debe reequilibrarse la correlación de fuerzas entre los cargos electos y la Corte Suprema, a la que consideran politizada.
Los intentos de abrir un diálogo entre la coalición gubernamental y la oposición han fracasado desde que el ministro de Justicia, Yariv Levin, anunció por primera vez el proyecto en enero. Estos son los principales elementos de la reforma, que han causado controversia.
Los críticos de la mayor instancia judicial del país afirman que los jueces han excedido su autoridad al reclamar el derecho de derogar legislación.
El gobierno de Netanyahu quiere implementar una cláusula que permita al parlamento anular sentencias de la Corte Suprema.
Esta propuesta ha superado una primera votación en la Knéset, el órgano legislativo en Israel, pero necesita otras dos lecturas para convertirse en ley.
Los israelíes que se oponen al plan de reforma judicial del primer ministro Benjamin Netanyahu encendieron hogueras y bloquearon una carretera durante una protesta momentos después de que el líder israelí despidiera a su ministro de Defensa.
Otras medidas propuestas impedirían que el tribunal tumbe enmiendas a las llamadas Leyes Básicas, la cuasi-constitución de Israel, y requerirían la decisión unánime de todos los jueces para invalidar otras leyes.
Quienes se oponen a este cambio objetan que esto supondrían dar al poder legislativo una autoridad casi ilimitada.
La coalición gubernamental también quiere cambiar el sistema de nombramiento de los jueces, dando al ejecutivo una mayoría de facto en el proceso de nominación.
Actualmente, los magistrados son elegidos por un panel supervisado por el ministro de Justicia que incluye jueces, legisladores y letrados representando al Colegio de Abogados de Israel. Con el plan del gobierno, los miembros del colegio de abogados serían retirados del proceso.
Una versión enmendada de la propuesta de reforma, apoyada a finales de marzo por el parlamento, incluiría a más diputados y miembros de la judicatura en el panel, que el texto inicial.
Está previsto que la propuesta sea votada de manera definitiva por la cámara al completo esta semana, según Netanyahu.
Otra ley pretende cambiar el procedimiento para elegir al presidente de la Corte Suprema, dando más poder al gobierno. El primer ministro, que está siendo juzgado actualmente por corrupción, ha sido acusado por oposición y manifestantes, de usar las reformas para anular procesos judiciales en su contra.