El Liverpool leó (5-2) este martes a la Roma en el partido de la ida de las semifinales de la Liga de Campeones, un partido donde los de Jürgen Klopp rozaron la perfección merced a su tridente formado por Salah, que realizó una exhibición con dos goles y dos asistencias, Roberto Firmino, que anotó un doblete, y Sadio Mané, que marcó una diana en un choque que maquilló el conjunto italiano gracias a los tantos de Edin Dzeko y Diego Perotti.
Bajo el liderazgo del delantero, bien secundado por sus doscompañeros de ‘tridente’ y por el ambiente de Anfield, los de Juergen Klopp llegaron a tener prácticamente el billete para Kiev, pero los de Eusebio di Francesco no se dejaron ir.
Un partido de gran intensidad
El encuentro se desarrolló en sus primeros minutos con gran intensidad y con ocasiones por parte de ambos conjuntos. Salah, Firmino y Mané pusieron en jaque en repetidas veces a la zaga visitante. Aún así, el conjunto local vivió sus peores momentos con la lesión de Alex Oxlade-Chamberlain, que se marchó del terreno de juego entre gestos de dolor justo antes de que Alexander Kolarov estrellase un balón suelto en el larguero.
Tras esto, el partido bajó sus revoluciones, aunque sólo fue un espejismo. Mané disfrutó de un mano a mano para adelantar a su equipo pero el disparo se fue por arriba. Un minuto más tarde, el senegalés volvió a tener el 1-0 con otro disparo desviado.
Con ocasiones de Firmino y Mané, Salah quiso sumarse a la fiesta con el Liverpool viviendo sus mejores momentos rondando la media hora de juego. El egipcio rompió la igualdad con un balón directo a la escuadra con su zurda y, justo después de que Dejan Lovren rozase el segundo con un cabezazo al larguero, el delantero local repitió merced a una contra, una de las especialidades del equipo inglés, finalizada con una vaselina sobre Alisson para poner en pie a Anfield.
La Roma trató de reaccionar aunque de forma tardía y trató de poner cerco a la portería de Karius. Patrik Schick probó al portero alemán que, sin embargo, no pudo evitar que Dzkeo aprovechase un buen centro de Radja Nainngolan. Ese gol dio esperanzas al equipo italiano, que se mantuvo en pie tras estar K.O gracias a un segundo gol, obra de penalti de Perotti.