(EFE).- Pese al descenso de la intensidad de los disturbios constatado anoche, el Gobierno ha ordenado nuevamente desplegar un extenso contingente de seguridad compuesto por 45.000 agentes, en una jornada que ha estado marcada por la indignación ante el ataque a la familia de un alcalde.
“Esta noche, por tercera noche consecutiva, 45.000 policías están movilizados por toda Francia para asegurar de manera duradera la vuelta del orden público. La movilización de las fuerzas de seguridad internas continúa. No decae”, transmitió el Ministerio de Interior francés a través de Twitter.
Durante la pasada noche, al menos 719 personas fueron detenidas, 45 policías resultaron heridos, hubo 871 incendios en la vía pública y desperfectos en 74 edificios, según las autoridades francesas.
Pese a lo abultado aún de las cifras, el Ministerio de Interior ha confirmado que la última noche fue “más tranquila” que las precedentes.La anterior -en la que las autoridades ya habían constatado una bajada de intensidad de los incidentes frente a los días precedentes- había dejado un total de 1.311 arrestos, 79 policías heridos y más del doble de incendios en las calles y de edificios vandalizados que los reportados esta mañana.
En paralelo al despliegue de seguridad para la noche, el presidente Emmanuel Macron está encabezando una reunión en el Elíseo a la que estaban convocados la primera ministra, Élisabeth Borne, y varios de sus ministros.
De acuerdo a fuentes del Elíseo, la convocatoria tenía por objeto hacer una evaluación detallada de la situación actual, tanto a nivel de seguridad como judicial y de impacto general de los disturbios.