México alcanza la meta de las 300 medallas en su historia en Juegos Paralímpicos. No sólo la cumplió, sino logró superarla para llegar a 302. La consiguió con el 1-3 en natación 50 metros pecho varonil, categoría SB2, con el oro de Arnulfo Castorena y el bronce de Jesús Hernández, el podio lo completó el australiano Grant Patterson con la plata en Tokio 2020. Cristopher Tronco quedó a un paso del podio al culminar en cuarta posición.
Unos minutos más tarde se rebasaba la cifra planeada por la delegación mexicana, cuando Nely Miranda Herrera logró el bronce de natación 50 metros pecho femenil, categoría SB3, para llegar a 301. La española Marta Fernández se llevó el oro y la rusa Nataliia Butkova conquistó la plata.
Al borde de las cuatro de la madrugada, hora del centro de México, los nadadores Castorena y Hernández lograron una meta que fue trazada desde antes de partir a Tokio.
Un par de horas después llegaría un oro más con José Rodolfo Chessani en el atletismo, 400 metros T38. Ese título dio el metal 302 a la delegación tricolor paralímpica en la historia.
El deporte mexicano empezó su trayectoria en Juegos Paralímpicos en 1972, durante la edición en Heidelberg, en aquel entonces en Alemania Occidental. En esa edición, sin embargo, la delegación tricolor no obtuvo ninguna presea.
Cuatro años después, en Toronto 1976, los paratletas mexicanos consiguieron sus primeras medallas, con 16 doradas, 14 platas y 9 bronces, para sumar 39 metales inaugurales.
Desde entonces el paso de la delegación mexicana en Juegos Paralímpicos ha sido constante y productivo. Los 60 paratletas tricolores, 29 mujeres y 31 hombres, llegaron con la misión de sumar 300 metales y desde antes de viajar a Tokio, había un clima de confianza, no sólo en alcanzar la meta, sino de superarla.