La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) condenó los asesinatos del defensor José Trinidad Baldenegro, ocurrido el 7 de marzo en la comunidad de Coloradas de la Virgen, del municipio de Guadalupe y Calvo, Chihuahua, y del periodista Armando Linares López, el 15 de este mismo mes en Zitácuaro, Michoacán.
Reiteró su llamado a las autoridades a que realicen investigaciones prontas y diligentes, donde se agoten las líneas de investigación y determinen los autores materiales e intelectuales, así como los móviles de estos crímenes, “que no deben quedar en la impunidad”.
Subrayó que, de forma paralela, se debe avanzar en la atención de las causas estructurales que favorecen estos ataques para garantizar de manera sostenible la seguridad de quienes ejercen la defensa de los derechos humanos y el periodismo.
Sobre Trinidad Baldenegro, indicó que este crimen se suma a los asesinatos de los señores Julio Baldenegro, en 1986, e Isidro Baldenegro, en 2017, padre y hermano de la víctima, así como al homicidio del defensor Julián Carrillo, también ocurrido en Coloradas de la Virgen en 2018.
El asesinato de tres defensores de derechos humanos en dicha comunidad en los últimos cinco años “genera consternación y honda preocupación, pues refleja el contexto de inseguridad y violencia en la que viven sus habitantes”, afirmó Guillermo Fernández-Maldonado, representante en México de la ONU-DH.
En este sentido, resaltó que “es de vital importancia que las autoridades adopten medidas efectivas para cumplir con su obligación de garantizar la protección y seguridad de las personas defensoras frente a cualquier posible amenaza, amedrentamiento o agresión”.
Respecto al homicidio del periodista Armando Linares López, asesinado en el municipio de Zitácuaro, tras las diversas denuncias que realizó el 31 de enero pasado por el ataque a Monitor Michoacán -del cual era director-, y durante el cual fue asesinado Roberto Toledo, colaborador del medio.
Al respecto, Fernández-Maldonado urgió a redoblar esfuerzos coordinados a nivel federal y local para adoptar medidas preventivas y de investigación capaces de crear un ambiente de seguridad para las personas que ejercen el periodismo en el país. Destacó que “persiste una extendida impunidad sobre los autores materiales e intelectuales de los atentados contra personas periodistas, situación que favorece la reiteración de estos actos de violencia”.
Refirió que, en México, la ONU-DH ha documentado el asesinato de cinco periodistas y un trabajador de los medios tan solo en los primeros tres meses de este año 2022, en los cuales resulta posible una vinculación entre las actividades periodísticas de las víctimas y las agresiones sufridas. Precisó que otros dos casos adicionales están aún en proceso de verificación.
En 2021, agregó, ocho periodistas y dos guardias de un medio de comunicación fueron asesinados y otros dos periodistas desaparecidos.
