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El ex líder de NXIVM recibió el martes la orden de pagar 3.5 millones de dólares a 21 víctimas de una red de tráfico sexual, una suma que incluye el costo de eliminar quirúrgicamente las cicatrices resultantes de los rituales realizados por una hermandad secreta.
Las marcas de las iniciales de Keith Reniere eran para simbolizar la condición de las mujeres como esclavas sexuales del gurú de la autoayuda, quien alguna vez tuvo seguidores a nivel internacional. El juez de un tribunal federal de Brooklyn también ordenó a Raniere devolver “bienes colaterales” -fotografías de desnudos y otro material potencialmente embarazoso- que era utilizado para extorsionar y manipular a las víctimas.
Raniere, quien compareció por video desde una prisión en Arizona, comentó al juez que estaba desconcertado por la orden de restitución.
“Nunca he manejado garantías”, comentó. “Así que no sé nada de eso”.
“No sé quiénes son las víctimas”, añadió.
Raniere, conocido por los miembros de la organización del norte del estado de Nueva York como “vanguardista” y “el hombre más inteligente del mundo”, fue sentenciado el año pasado a 120 años en prisión tras ser declarado culpable de conspiración de extorsión y otros cargos. Fue otro caso en el que se negó a asumir su responsabilidad.
“Creo que soy inocente de los cargos… Es cierto que no estoy arrepentido de los delitos que no creo haber cometido en absoluto”, señaló.
Por otra parte, Clare Bronfman, de 41 años y heredera de la fortuna de Seagram, fue sentenciada a casi siete años en prisión en septiembre por su papel como benefactora inquebrantable de Raniere, mientras que otra seguidora, la actriz de “Smallville” Allison Mack, fue sentenciada el mes pasado a tres años tras las rejas.
De momento se desconoce si Raniere dispone de los medios para pagar la indemnización que también está dirigida a cubrir los costos del tratamiento de salud mental y trabajo no remunerado. Bronfman ha estado pagando los gastos legales de Raniere.
La audiencia del martes se vio interrumpida ya casi al final de la sesión, cuando uno de los abogados de Raniere, Marc Fernich, arremetió contra el juez de distrito Nicholas Garaufis por no conceder un aplazamiento en el procedimiento para que Fernich pudiera asistir a un funeral.
“Es una falta de decencia humana y es vergonzoso”, comentó.
El juez, que dijo que el horario le daba a Fernich tiempo suficiente para asistir, se sentó durante media hora en silencio hasta que el abogado se disculpó.