Por Pascacio Taboada y Jorge Martínez
Cuando nos enteramos por diversos medios de comunicación, que el doctor Hugo López Gattel Ramírez, principal responsable de la estrategia contra la pandemia de Coronavirus, debe ser procesado por crímenes de lesa humanidad –más de 140 mil muertos por SARS-CoV-2, y más de un millón y medio de afectados reconocidos por el propio gobierno—de entrada parecería una exageración, pero cuando hurgamos sobre la conducta como hombre preparado y especialista en Epidemiología y en diversas disciplinas médicas, con honores por estudios sobre virología y más como principal responsable del manejo de la pandemia en su calidad de subsecretario de Salud federal, se llega a la conclusión de que “merece ser llevado al patíbulo”.
Si un alto funcionario comete errores que ponen en riesgo la vida de miles y miles de personas y lo hace por ignorancia, incluso tratándose del mismo presidente de la República, quien podría defender esa condición para darle seguimiento, es inadmisible que un personaje que presume de investigador y científico, académico con estudios en universidades prestigiadas de México y el extranjero, y con un cargo en la función pública de nivel de subsecretario de Salud, cometa violaciones flagrantes a los principios universales de protección de la salud y, el colmo: engañarse a sí mismo al no respetar sus propias recomendaciones sociales que él diseñó en tal sentido, es menester consignarlo.
“Quédate en casa”, “guardar sana distancia” y uso del “cubrebocas”, “valieron sorbete” a la hora de irse de vacaciones a las playas de Oaxaca en plena pandemia. Por menos de eso, otro ‘jefe’ no hubiera dudado de ponerlo no sólo “de patitas en la calle”, sino enjuiciarlo por “crímenes de lesa humanidad”. Lo reclaman familiares de más de 149 mil personas fallecidas hasta el 23 de enero del 2021, y también más de un millón y medio de afectados por la pandemia.