Reuters
Los republicanos de la Cámara de Representantes de Estados Unidos aseguran que hay pocos progresos en las negociaciones con la Casa Blanca sobre el aumento del techo de la deuda del gobierno de 31.4 billones de dólares, lo que enfrenta al país a un riesgo de impago en tan sólo nueve días.
El negociador republicano Garret Graves dijo que había visto pocos progresos. “No creo que las cosas vayan bien (…) Se niegan a realmente cambiar la trayectoria, a reducir de verdad el gasto, y esa es una línea roja”, dijo Graves a la prensa.
Ambos partidos siguen profundamente divididos sobre cómo frenar el déficit federal, con los demócratas que argumentan que los estadounidenses ricos y las empresas deben pagar más impuestos, mientras que los republicanos quieren recortes del gasto.
Joe Biden, presidente de Estados Unidos, busca congelar el gasto en el año fiscal 2024 en los niveles adoptados en el 2023, donde señalan que eso representaría un recorte del gasto porque los presupuestos de las agencias no se ajustarán a la inflación. La idea fue rechazada por los republicanos, que quieren recortes del gasto.
El Departamento del Tesoro ha advertido varias veces que el gobierno federal podría dejar de tener dinero suficiente para pagar todas sus facturas a partir del 1 de junio, lo que provocaría un impago que golpearía a la economía estadounidense y elevaría los costos de los préstamos.
Biden y el líder de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, salieron este lunes de una reunión sin un acuerdo y hablando de la necesidad de encontrar un compromiso bipartidista, incluso aferrándose a políticas que exponen las divisiones entre los dos partidos.
Representantes de Biden y de los republicanos del Congreso pusieron fin ayer a otra ronda de conversaciones sin señales de avance.
Los negociadores se reunieron durante unas dos horas y se marcharon sin hacer comentarios sustanciales a los medios de comunicación.
Tuvimos muy buenas discusiones”, se limitó a decir McCarthy a los periodistas.
Posteriormente, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, calificó las conversaciones de “increíblemente duras”.
“Ambas partes tienen que entender que no van a conseguir todo lo que quieren e intentamos llegar a un presupuesto que sea razonable, bipartidista, donde demócratas y republicanos de la Cámara y el Senado puedan votar y estén de acuerdo”. dijo Jean-Pierre.
Cualquier acuerdo para elevar el límite debe ser aprobado por ambas cámaras del Congreso, por lo que depende del apoyo bipartidista.
Los republicanos controlan la Cámara 222-213, y los demócratas de Biden tienen mayoría en el Senado 51-49.