El comité ejecutivo nacional del PRD se sumó al rechazo social contra las reformas en materia de Salud que faculta al personal de Nuevo León médico negar la atención a grupos vulnerables por una “Objeción de Conciencia”.
El director de Diversidad Sexual del PRD, Antonio Medina consideró segregacionista la reforma por lo que el partido pugna a favor del Veto del Gobierno del Estado.
El estado de Nuevo León no puede avalar reformas de Ley que agravien todavía más a los sectores sociales históricamente discriminados, dijo.
El vocero introdujo al Congreso local un oficio en que da la posición con respecto a las reformas de Salud y expresa: “la Dirección Nacional de Diversidad Sexual del PRD asevera que no se puede permitir que la reforma aprobada por la LXXV Legislatura del Congreso de Nuevo León sea la puerta de entrada para que los grupos antiderechos, fuertemente empoderados por la autodenominada Cuarta Transformación, logren su cometido de anteponer sus prejuicios y creencias por encima del derecho a la no discriminación y a la salud plasmados en nuestra Constitución Política Federal”.
Para el PRD “anteponer ideologías al ejercicio pleno del derecho a la salud responde a estrategias puestas en marcha por grupos ultraconservadores que han permeado en la conformación de la LXXV Legislatura y que permanentemente se han negado a aceptar la progresividad de los derechos”.
En su oportunidad, el consejero nacional del PRD, Aníbal Garza cerró filas al pronunciamiento de su compañero de partido y censuró la decisión del Poder Legislativo, a la vez, externó su esperanza de que el gobierno estatal imponga el Veto a la reforma.
A su vez, Dan Santos comentó que la postura del Congreso es decepcionante y más en casos particulares como el diputado Luis Donaldo Colosio en donde se advierte la intención de congraciarse con determinados sectores con miras a su proyección política.
El diputado Colosio es una decepción, puntualizó Dan Santos al señalar que el legislador traiciona ya que se ostenta como aliado de las libertades y los derechos, pero, a la luz de los hechos, parece importarle más su futuro político que las convicciones.